Adiós al sueño. Essential, la compañía fundada por Andy Rubin, uno de los creadores de Android antes de que fuese comprado por Google, no logró cumplir las expectativas impuestas por el mismo mercado. La start-up, que recibió 300 millones de dólares en inversiones y que incluso llegó a ser valorada en mil millones de dólares, se ha quedado sin sueños ni esperanzas y podría ponerse a la venta dentro los próximos días.
Una de las primeras señales de esto es la cancelación de su próximo proyecto, el Essential Phone 2, la secuela que buscaba mejorar los errores que tuvo el año pasado el lanzamiento del Essential Phone, un equipo que prometía mucho, con un concepto modular que buscaba mejorarlo con el tiempo sin tener que cambiar todo el equipo, una experiencia de Android puro e incluso un diseño sin logos, porque se trataba de un teléfono hecho para el usuario.
Pero toda la belleza y las promesas del equipo se fueron apagando cuando llegó a los usuarios. Problemas con la pantalla, filtración de datos personales e incluso una actualización que tuvo que llegar para arreglar la cámara llenaron de problemas a un teléfono que, por el equipo que había detrás, prometía, al menos, en ser una alternativa fresca frente a los teléfonos masivos.
Y el mercado móvil es tan ágil y dinámico que pocas veces tolera fracasos, y así es como Essential se encuentra buscando asesorías para iniciar la venta de sus activos, con lo que el proyecto del Essential 2 finalmente terminó. La empresa espera sacar buenos réditos por las patentes que logró registrar a su nombre y listo, porque la marca Essential está esencialmente muerte.
Un duro revés para Andy Rubin, quien tras su paso por Android y dedicar 20 años de su vida al mercado móvil, parecía llegar con ideas frescas para la industria, pero claramente se necesitan más que buenas intenciones para competir de igual a igual con las grandes compañías. Y tampoco ayudó mucho que haya sido acusado de acoso como la verdadera razón por la que dejó Google.