Quizás recuerden películas animadas como Robots del 2005, Ferdinand del 2017 o como no, La era del hielo del 2002. Todas esas películas fueron desarrolladas por Blue Sky Studios, estudio de animación que fue heredado por Disney luego de la compra de Fox en 2019 por 71,3 mil millones de dólares. Sin embargo, la compañía del ratón Mickey cerró el estudio en 2021, supuestamente, debido al impactó que generó la pandemia en el 2020.

450 animadores quedaron sin empleo y además en el tintero quedó una película en desarrollo llamada Nimona, dirigida por Patrick Osborne, la que adaptaba al cómic del mismo nombre y fue abruptamente cancelada. Su estreno original estaba fijado para enero de este año.

La historia seguía a una osada adolescente llamada Nimona que tenía el poder de cambiar de formas a voluntad y cuyo género de nacimiento no le conformaba. Además, servía de sidekick del villano Ballister Blackheart, cuyos planes eran desenmascarar a los supuestos héroes del cuento. El largometraje fue anunciado en 2015 y fue cancelado con el cierre de Blue Sky Studios.

Pero ahora nuevos detalles han surgido a través de Insider, el cual informa que durante el desarrollo de Nimona, Disney le pidió a Blue Sky Studios que eliminara un beso entre personas del mismo sexo de la película. Específicamente, entre Ballister Blackheart y Ambrosius Goldenloin, quienes tienen una relación romántica en la novela gráfica.

Tres ex empleados de Blue Sky Studios contaron que, en reuniones entre ejecutivos de Disney y representantes del estudio, hubieron muchas presiones para que no existiera el beso. Los exempleados de Blue Sky dijeron que la omisión generó un ambiente de confusión y “una atmósfera extraña”, especialmente entre los miembros del personal LGBTQ+.

“Necesitamos más historias queer, pero también debemos señalar lo infame que es cuando no cuentas historias queer”, dijo uno de los ex miembros a Insider. “Cuando la compañía de entretenimiento más grande del mundo crea contenido para niños y censura sistemáticamente el contenido queer, está empujando a los niños queer a lugares oscuros”.

El liderazgo del estudio intentó dar consuelo a los miembros del personal y siguió firme con su postura al mostrar un borrador a Disney con el beso. Lamentablemente, Blue Sky fue cerrado tiempo después. “Era una película en la que creíamos, que amamos y que pensamos que la gente necesitaba ver”, dijo otro integrante.

Las declaraciones coinciden con la reciente noticia de que Disney estaría censurando historias LGBTQIA+ dentro de Pixar. Además de las polémicas donaciones a parlamentarios republicanos que buscaban aprobar el proyecto “Don’t Say Gay” en Florida, el cual prohibiría la discusión sobre la orientación sexual y la identidad de género en las escuelas desde el jardín infantil hasta el tercer grado.