Todos los usuarios de Facebook nos hemos sorprendido más de alguna vez con las sugerencias de amigos que aparecen en la sección "Personas que quizás conozcas". Si bien la cantidad de amigos en común influye en la posibilidad de que ese amigo o amiga sea recomendada, ¿No les ha pasado que a veces conocen a alguien en un fin de semana o por trabajo, y mágicamente aparece dentro de las sugerencias de Facebook sin siquiera buscarla?
Un montón de teorías han surgido al respecto. "Que Facebook te muestra primero la gente que te ha buscado", reza una de las más escolares. Pero lo cierto es que el sistema de recomendación de amigos de Facebook opera de una manera mucho más oscura y en las sombras de lo que nosotros pensamos. Y todo esto gracias a los Perfiles Fantasma que la red social tiene sobre nosotros.
Estos perfiles, detallados en un artículo de Gizmodo, son una suerte de segunda identidad que posee Facebook de nosotros, en las sombras, con datos que no necesariamente le hemos dado nosotros, sino que con un perfil de datos creados con los datos que entregan los otros sobre nosotros.
La existencia de los shadow profiles fue descubierta, por error, en el año 2013, cuando un usuario pidió un respaldo de todos los datos de su perfil y por error, se incluyó también toda la información oculta que Facebook tenía sobre el y sus amigos: números de teléfono, correos electrónicos, apodos, nombres de usuario y otra información sensible. Información que hasta hoy, no sabemos por qué mantiene esta red.
¿Cómo opera esto? Nuestro perfil oficial es el que posee todas las cosas que nosotros compartimos: fotos, amigos, lugares, posteos, etc. Si quisiéramos, también podríamos publicar otros datos como nuestro correo, nuestro número de teléfono y nuestros contactos, para que Facebook haga más fácil la búsqueda de amigos. Pero ¿qué pasa cuando decidimos no compartir datos? Es muy simple: basta con que uno de nuestros amigos le de acceso a Facebook a su lista de contactos, para que el servicio comience a hacer su trabajo.
Si nuestro amigo sube su agenda de contactos a Facebook, esto le permite a la red deducir todos los datos que no le hemos compartido. Si nota que el correo con el que nos inscribimos está asociado a cierto número de contacto en esa agenda, entonces ese número se agrega a nuestro perfil fantasma. Si además, en esa información de contacto hay otras direcciones de correo que no hemos hecho públicas, como nuestro correo de trabajo o quizás correos alternativos que tenemos precisamente para no mezclarlo con la información de Facebook, pues mala suerte, esa información ya está en tu sombra.
Y es por eso que a veces basta con intercambiar algunos correos, guardar un teléfono en nuestra agenda o agregarnos a alguna red social para que Facebook de manera mágica nos recomiende a esta persona como alguien que quizás podríamos conocer. Este perfil fantasma permite hacer conexiones que de otra forma no sabríamos que están, y basta con agregar un contacto a nuestras agendas para que estos datos se actualicen. Facebook incluso podría deducir que nos conocemos porque tenemos un gran número de contactos guardados en nuestras agendas que coinciden, aun cuando esos contactos no sean nuestros amigos de Facebook.
El problema con estos perfiles fantasmas son varios: al no ser transparentes, no sabemos a ciencia cierta que se sabe de nosotros, e incluso hay quienes dicen tener evidencia que gente que no tiene Facebook de todas formas cuentan con un perfil fantasma que sirve para hacer conexiones entre personas. Tampoco podemos optar a salir de ellos, ni tampoco a que se suban nuestros datos, porque en teoría son los datos de contacto de otras personas, quienes también tienen el derecho de compartirlos. La única opción real, según Gizmodo, de terminar con esto, es pedirle a cada uno de nuestros contactos, uno por uno, que le pida a Facebook que borre toda al información subida.
Así que ya lo saben, es un método bastante oscuro y poco transparente, pero así es como Facebook logra leernos la mente y ofrecernos justo a la persona en la que estábamos pensando como nuestra sugerencia de amistad.