De un tiempo a esta parte los anuncios políticos se han convertido en uno de los temas más polémicos en torno a Facebook. Y es que la propaganda de este tipo mediante redes sociales no está regulada en muchas partes del mundo, lo que ha abierto la puerta a usos inescrupulosos y peligrosos de estas plataformas.
A raíz de eso y todo el debate que se extendió durante 2019, redes sociales como Twitter han optado por prohibir los avisos políticos pagados en su servicio, mientras que plataformas como Google han decidido limitar la capacidad de orientación de ese tipo de publicidad. Sin embargo, el gran foco de atención sigue estando en lo que hace (y más bien deja de hacer) Facebook.
La red social de Mark Zuckerberg se ha negado a expulsar a la propaganda política de su espacio y este jueves mediante una nueva declaración recalcó que no planea hacerlo.
En un extenso texto publicado en el blog de la compañía y firmado por Rob Leathern, director de gestión de productos, Facebook argumentó que no pretende acabar con los anuncios políticos orientados en su plataforma y que los únicos caminos que implementará en esa materia apuntarán a "mayor" control por parte de los usuarios.
"Hemos basado nuestra (posición) en el principio de que las personas deberían poder escuchar a quienes desean dirigirlas, con todos sus defectos, y que lo que dicen debe ser analizado y debatido en público", argumentó la compañía.
"Esto no significa que los políticos puedan decir lo que quieran en los anuncios en Facebook", añade la declaración. "Todos los usuarios deben cumplir con nuestros Estándares de la Comunidad, que se aplican a los anuncios e incluyen políticas que, por ejemplo, prohíben el discurso de odio, el contenido dañino y el contenido diseñado para intimidar a los votantes o impedirles ejercer su derecho al voto. Regularmente rechazamos los anuncios de los políticos que rompen nuestras reglas".
Es decir, Facebook no cambiará nada en su reglamento respecto a los anuncios políticos y por ende seguirá aceptando pagos por este tipo de propaganda dirigida a sus usuarios. Algo que evidentemente seguirá levantando cuestionamientos éticos respecto al manejo de la información de las personas que utilizan la red social principal de la compañía y sus otras plataformas como Instagram.
Pero lo más llamativo de esta situación que, al no cambiar sus lineamientos para los avisos políticos, Facebook seguirá sin chequear la veracidad de lo que se dice en estos.
En ese sentido, el único cambio que anunció Facebook en esta materia es que tanto en Instagram como en Facebook los usuarios tendrán un poco más de control sobre los anuncios políticos que ven.
Eso se traduce en que ahora Facebook permitirá que, tal como sucede con los avisos comerciales, los usuarios puedan ver más información sobre la propaganda política reciben y eventualmente tomar medidas para verla con menos frecuencia.
Además la empresa anunció que añadirá más características a su Biblioteca de anuncios, el sitio donde cualquiera puede ver los anuncios que los políticos y las campañas están publicando en Facebook.
Entre las nuevas funciones anunciadas por la compañía se encuentra una función para ver a cuántas personas intentaba llegar un anunciante con un anuncio en particular y también se lanzarán nuevas herramientas de búsqueda y filtrado que deberían mejorar las búsquedas.
Facebook planea implementar estos cambios durante el primer trimestre de este año en Estados Unidos, pero aún no establece una fecha para su debut en otros países.