Festigame 2017: Los Rabbids despeinaron a Mario
El título de Ubisoft lleva a los personajes de Nintendo a sitios donde nunca habían estado de una manerca muy convincente, al menos en lo visual
De todos los juegos que estaban en la zona de lanzamientos del booth de Nintendo en Festigame, Mario + Rabbids Kingdom Battle era el juego con una fecha de lanzamiento más cercana: el 29 de agosto.
Y a pesar de la cercanía de su estreno, era quizás el juego que más necesitaba venderse, ya que se trata de una idea inusual que ni siquiera los dueños actuales de una Nintendo Switch saben muy bien de que se trata y mucho menos el público que aun no se decide por comprar la última consola de la gran N.
Los elementos que lo vuelven inusual son varios: es un juego de Ubisoft que cuenta con el permiso de Nintendo para usar a sus personajes más icónicos como Mario, Peach, Luigi y Yoshi, junto a todos los elementos del reino Champiñón. Es también un juego que utiliza el mismo motor gráfico que The Division y quizás lo más extraño de todo, es el estilo de juego: un shooter táctico donde Mario y sus amigos conejos se enfrentan a otros conejos.
Acostumbrarse a ver a Mario y Luigi cargar sus armas y disparar, aunque parezcan de juguete, es lo más difícil de toda esta aventura. Y lo digo sabiendo que el bigotudo fontanero ha formado parte de cuánto género de videojuegos familiares -y no tanto- ha existido.
Por suerte, el equipo de Ubisoft Paris ha hecho que esta imagen sea menos chocante y más divertida mientras más avanzando en el juego.
La demo de Festigame era más bien centrada en aprender las mecánicas de juego que de mostrar la historia y otros elementos que son los que finalmente harán que el juego destaque por sobre otro títulos de un género que siempre ha estado vinculado a temáticas militares o de invasores espaciales que a historias fantásticas e infantiles.
Y ese es quizás el principal reto que sentí que el juego llevará sobre sus hombros, ya que a pesar de ser entretenido y de simplificar bastante el género del shooter táctico a su más mínima expresión, sigue siendo un terreno bastante árido, sobre todo para un juego de Nintendo.
Hay segmentos entre las batallas donde Mario puede recorrer el mundo recolectando monedas y resolviendo pequeños acertijos que nos evocan al espíritu tradicional de un juego Nintendero, pero mientras estás en el campo de batalla, por muchos colores y efectos que aparezcan, tus decisiones seguirán siendo las de saber elegir donde cubrirse y como hacer el mejor uso de las dos acciones por turno con los que cuenta cada personaje: moverse y disparar.
El control de estas secciones, eso sí, no es de lo más intuitivo, pues se realiza con un cursor que atraviesa la pantalla, el cual es manejado con el stick análogo. El sistema del cursor funciona mucho mejor usando mouse y teclado o bien una pantalla táctil, la cual ya no está disponible. Me imagino que en algún momento este juego tuvo que haber estado pensado para la Wii U y el sistema de movimiento no fue actualizado.
Pero más allá de eso, tras probar el Mario + Rabbids me quedo con la sensación de estar frente a un juego que refleja mucho al público de la Nintendo Switch: un juego de mecánicas más adultas por su complejidad, pero que a la vez es lo suficientemente colorido y alocado como para relajarte en lugar de hacer que te arranques los pelos. Uno más a la lista de los que, al menos, quiero leer sus reseñas para ver si Mario y los Rabbids podrán tener más aventuras en conjunto en el futuro.
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