Esta semana comenzó la mayor polémica del año en materia de videojuegos. Epic Games, la compañía tras el popular Fortnite, impulsó una actualización para los dispositivos móviles que le permitía evadir las comisiones de los sistemas de pagos en iOS y Android.

Con la medida, Epic comenzó a obtener directamente el dinero que las personas gastaban en V-Bucks, que es la moneda virtual utilizada en el videojuego y que involucra lucrativas transacciones con las tarjetas de crédito de los gamers (o la de sus padres, considerando la audiencia joven del popular videojuego de Battle Royale).

Aunque desde el comienzo Epic Games puso sobre el tapete los beneficios para los jugadores, ya que estos ahora podían acceder a descuentos permanentes que no tenían al usar los servicios de la App Store de Apple y la Play Store de Google, la compañía de videojuegos también tenía muy claro cómo responderían desde las plataformas en cuestión.

Luego de que Apple sacó rápidamente a Fortnite de su tienda, ya que se infringían sus términos de uso que exigen que todas las compras en IOS se hagan a través de sus sistemas, en Epic lanzaron un cortometraje que no solo parodiaba a un emblemático aviso de la compañía de la manzana, sino que también convocaba a que los jugadores se pusieran de su parte impulsando la campaña #FreeFortnite. Al mismo tiempo, Epic presentó una acción legal a raíz del baneo, la que se repitió una vez que Google también eliminó al videojuego de su tienda.

Con las armas sobre la mesa, quedó en claro que en juego estaba el lucrativo negocio de microtransacciones tras Fortnite. Claro, aunque este es un videojuego gratuito de instalar, sus jugadores gastan miles de millones de dólares en implementos cosméticos en sus personajes para diferenciarse de sus rivales. Inclusive se han denunciado instancia de bullying en esa última materia.

La danza de los millones de Fortnite

De acuerdo a cifras de la firma Senson Tower, en los últimos tres años Fortnite ha obtenido 133 millones de instalaciones en iOS, generando $1200 millones de dólares en compras al interior de la aplicación. Solo en el último mes, fue instalada en 2.4 millones de ocasiones, generando $43.4 millones de dólares en ganancias en la App Store.

Por su lado, en lo que concierne a Android, que solo obtuvo acceso al videojuego desde abril de este año, ya ha generado 11 millones de instalaciones y alrededor de $10 millones en compras.

Tanto Google como Apple, cortesía de las tarifas que impulsan en sus plataformas, se quedan con un 30% de los ingresos, lo que en el caso de la compañía de la manzana han significado $360 millones de dólares en los últimos tres años.

En ese escenario, la demanda de Epic Games asegura que no buscan un mejor trato, con una rebaja en las tarifas, ya que acusan a Apple y Google de emplear prácticas monopólicas y restringir los mercados digitales.

Su objetivo de ese modo es una “competencia leal” en los mercados de distribución de aplicaciones y su procesamiento de pagos, que garantice que los desarrolladores puedan recibir los ingresos que gastan los usuarios sin tener que rendir los altos tributos exigidos.

Epic está en el corazón del monopolio de la App Store, así como del monopolio comparable de Google sobre la venta de aplicaciones de Android. Es un desafío a las prácticas mediante las cuales [Apple y Google] adquirieron esta posición dominante y trataron de aprovechar esta posición dominante en nuevos mercados. Esta es una demanda importante”, sostuvo Sandeep Vaheesan, director legal del grupo de investigación y defensa antimonopolio Open Markets Institute, a Polygon.

La cautelar de Epic busca reforzar las leyes antimonopolio y lograr demoler el negocio de Apple y Google, quienes obtienen miles de millones de dólares en ingresos solo en parte de las composiciones impuestas en Android e iOS. Al mismo tiempo, en términos de monopolio, el problema para Apple es que no permite que se cree una “tienda de Epic Games”, ya que la única que puede existir en su plataforma es la App Store.

De ahí que los jugadores de Fortnite en IOS se quedarán sin jugar una vez que se de rienda a la próxima actualización. Por su parte, los jugadores de Android podrán descargarlo, junto a sus actualizaciones, desde el sitio oficial de Epic.

Tim Sweeney, CEO de Epic Games, a través de su cuenta de Twitter reiteró los argumentos principales de Epic, asegurando que en el “nivel más básico” están peleando por tres niveles de libertad:

  1. De los creadores de aplicaciones para distribuir sus trabajos según sus propias elecciones
  2. De las personas que compran smartphones para instalar aplicaciones de la fuente de su elección.
  3. La de creadores y personas para hacer negocios directamente sin intermediarios que cobren comisiones

El principal argumento de oposición es: ‘Los creadores de smartphones pueen hacer lo que quierean’. Esta es una noción horrible. Todos tenemos derechos y necesitamos pelear para defender nuestros derechos contra cualquiera que los niegue. Inclusive si eso significa pelear contra una compañía querida como Apple”, explicó Sweeney.

Otro argumento contra el apoyo a #FreeFortnite es que ‘esta es solo una compañía de miles de millones de dólares peleando sobre dinero contra una compañía de millones de millones de dólares‘. Pero la pelea no es sobre Epic queriendo un trato especial. Es sobre las libertades básicas de todos los consumidores y desarrolladores”, agregó.

Pero, a la larga, Tim Sweeney también abordó el tema de fondo que está en juego: los ingresos. “Finalmente, no hay nada malo con pelear sobre dinero. Trabajas duro para ganar estas cosas. Cuando gastas, la forma en que se divide determina si tu dinero financia la creación de juegos o lo toman intermediarios que usan su poder para separar a los jugadores de los creadores de juegos”, finalizó.

Los tribunales de Estados Unidos tendrán la última palabra en esta disputa, que potencialmente podría cambiar completamente al negocio de las tiendas de aplicaciones en las plataformas móviles, se definirá en los tribunales de Estados