El Chicago's Field Museum presentó al nuevo miembro de su colección: un fósil de tiburón llamado Galagadon nordquistae, quien fue bautizado así por la similitud de sus dientes con las naves del clásico videojuego, Galaga.

El Galagadon nordquistae fue un tiburón relativamente pequeño que midió entre 30 y 45 centímetros y surcó las aguas de Dakota del Sur durante el mismo período en que los T-rex rondaban la Tierra hace 67 millones de años.

"Puede parecer extraño hoy, pero hace unos 67 millones de años, lo que hoy es Dakota del Sur estaba cubierto de bosques, pantanos y ríos sinuosos", explicó Terry Gates, co-autor de estudio sobre el Galagadon publicado por el Journal of Paleontology.

El Galagadon nordquistae tenía dientes pequeños y cada uno de ellos medía menos de un milímetro de diámetro, lo que propició que recién fuera descubierto cuando los paleontólogos del museo decidieron inspeccionar minuciosamente a "Sue", uno de los fósiles de T-rex más completos del mundo y donde estaban ocultos estos restos.

Ese trabajo fue una tarea ardua, donde Terry Gates y la voluntaria Karen Nordquist-cuyo apellido es el segundo nombre del nuevo especímen- levantaron dos toneladas de tierra para recuperar más de dos docenas de dientes correspondientes al recién descubierto tiburón.

"Me sorprende que podamos encontrar dientes microscópicos de tiburón junto a los huesos de los depredadores más grandes de todos los tiempos", dijo Gates. "Estos dientes son del tamaño de un grano de arena. Sin un microscopio, simplemente los tirarías".

Terry Gates, quien se encargó de establecer la evidencia histórica para el hallazgo del Galagadon, explicó que la relación entre ambos fósiles no surgió porque el "Galagadon no fue a atacar al T-rex, ni a un Triceratops ni a ningún otro dinosaurio que pudiese haber entrado en su arroyo" simplemente porque el tiburón "no tenía dientes tan buenos y solo podía atrapar peces pequeños o aplastar caracoles y langostinos".

Pero eso no hace que los dientes del Galagadon no dejen de ser especiales, después de todo le dieron su nombre gracias al parecido de su dentadura con las naves del clásico juego espacial de 1981.

Además, pese al tamaño microscópico de estos dientes, Gates asegura que el descubrimiento de Galagadon no es algo menor.

"Cada especie en un ecosistema desempeña un papel de apoyo, al mantener a toda la red unida", señaló el investigador. "No hay manera de que entendamos lo que cambió en el ecosistema durante la extinción masiva al final del Cretácico sin conocer todas las maravillosas especies que existían antes".