Tras varios años compartiendo de transmisión bajo la misma cadena -USA Network- la WWE volverá a separar sus marcas no solo en talento, sino que también en canales. Ahora el corazón de la WWE se volverá a dividir, tal como cuando comenzó a transmitirse Smackdown, con su lado rojo manteniéndose en USA Network, mientras que la marca azul ahora formará parte de las filas de Fox.
El acuerdo está prácticamente terminado, y según cuenta The Hollywood Reporter, el proceso para conseguirlo por parte de Fox demuestra que la compañía tiene planes a futuro para quedarse con el control completo de la compañía.
Todo comenzó cuando Fox desechó su contrato con UFC, que ahora será transmitida por ESPN. La razón de esto es que la UFC "no se vendía" por lo violento de sus peleas. La WWE, en cambio, es vista como un producto familiar, positivo y que si atrae a los auspiciadores. Por eso, cuando NBCUniversal decidió dejar pasar su oportunidad de renovar con negociación exclusiva su trato para transmitir Smackdown, el mismo 17 de mayo, la familia McMahon se reunió con los Murdoch, dueños de Fox, para alistar la nueva alianza.
Según se reporta, Rupert Murdoch, el patriarca de Fox, le señaló a los McMahon que NBCUniversal estaba avergonzada del producto, razón por la que solo mantendrían a RAW bajo su alero por la cantidad de dinero que generan en publicidad. Fox, en cambio, quería usar a la WWE a través de toda su programación, incluyendo promoción en sus transmisiones de la NFL y la MLB.
Para sellar el acuerdo, Fox ofreció 205 millones de dólares anuales para quedarse con Smackdown, mientras que NBCUniversal pagará 265 millones de dólares al año para mantener a RAW. Eso significa un total de 470 millones de dólares que la WWE recibirá cada año sólo por derechos televisivos en los próximos 5 años, algo muy superior a los 130 millones de dólares que actualmente recibe por ambos shows.