“The Winds of Winter”, el final de la sexta temporada de Game of Thrones, es uno de los capítulos más recordados de la serie. Después de todo, aquel episodio no solo contempló la esperada venganza de Arya Stark contra Walder Frey, sino que también incluyó a la destrucción del Gran Septo de Baelor por parte de Cersei.
Pero debido a las nuevas declaraciones de Hannah Waddingham, probablemente no verán es episodio de la misma forma durante su próxima repetición de Game of Thrones.
Resulta que la actriz que interpretó a la Septa Unella recientemente conversó sobre la muerte de su personaje con el portal Collider y reveló que grabar aquella escena fue un verdadero suplicio para ella.
Waddingham comenzó explicando que originalmente la producción había planeado otra conclusión para Unella. No obstante, las críticas que recibió la serie por la escena de violación a Sansa Stark cambiaron esos planes.
“Ella iba a ser violada por The Mountain y creo que habían tenido tantas quejas sobre la violación de Sansa que decidieron no hacerlo”, señaló Waddingham.
Pero aunque la alternativa ideada por los creadores de la serie evitó presentar otra escena de violencia sexual, igual provocó graves inconvenientes para la actriz detrás de la Septa Unella.
Según explicó Waddingham, el cambió en el cierre de la historia de su personaje le fue informado “en el último minuto” y repentinamente recibió nuevas páginas del guión que explicaban que Unella sería torturada con agua (o vino para ser exactos).
“Creo que posiblemente cambiaron (la escena) cuando estaba en medio del vuelo a Belfast porque de repente me enviaron estos nuevos lados que decían que necesitaría un traje de neopreno. Y pensé que me habían enviado los bits equivocados. Y efectivamente, cuando llegué allí, me pusieron un traje de neopreno y pensé: ‘¿Por qué?’ Y ellos dijeron: ‘Oh, es tortura con agua’”, relató la actriz.
De ahí en más, habría comenzado un verdadero calvario para Waddingham porque la escena aparentemente no fue filmada con ningún tipo de efecto especial ni medida para hacer más sencillo su rodaje.
“Allí me ataron a una mesa de madera con las correas grandes adecuadas durante 10 horas. Y definitivamente, aparte del parto, fue el peor día de mi vida”, sentenció la intérprete. “Porque Lena estaba incómoda vertiéndome líquido en la cara durante tanto tiempo y yo estaba fuera de mí”.
“Pero en esos momentos tienes que pensar ¿sirves la pieza y sigues con ella o te acobardas y dices: ‘No, esto no es para lo que firmé, bla, bla, bla?”, añadió. “Y luego lo curioso fue que, después de que terminamos de filmar durante todo el día, gente como Miguel Sapochnik, el director, pasó con una taza de té y un sándwich para llevar y dijo: ‘Hola, cariño, ¿estás bien? ‘Y yo estaba como: ’No realmente’. ‘El equipo acaba de decir que realmente te estamos sumergiendo aquí’. Y yo estaba como: ’¡Sí, no necesitas decirme eso!’”.
Por supuesto, eso no parece una experiencia agradable y todo se torna aún más preocupante considerando que Waddingham aseguró que el rodaje de la muerte de Unella incluso afectó su salud.
“No tenía voz en absoluto, apenas podría susurrar y los moretones ya estaban apareciendo como si me hubieran atacado y yo estaba como: ‘Básicamente me acaban de torturar con agua durante diez horas’”, señaló la actriz recordando un encuentro que tuvo después del rodaje con Eugene Simon, quien interpretó Lancel Lannister. “Y él dijo: ‘Amiga, me he estado arrastrando por la mierda durante cuatro días sobre mis codos’. Así que pensamos: ‘¿Ves? No has estado en Game of Thrones a menos que hayas sido realmente maltratado”.
Finalmente, Waddingham contó que el rodaje de esa escena le provocó claustrofobia con el agua. “Es bastante ser sumergida durante diez horas, y luego solo se puede usar un minuto y 30 segundos en la cámara”, sentenció.