Sabemos que la SNES Mini ni siquiera ha salido al mercado, pero no podemos evitarlo: ya estamos pensando en qué es lo que podría venir para Nintendo.

Lo mismo pasó el año pasado, cuando a días de ser anunciada la NES Classic Mini, ya nos pusimos a fantasear sobre como sería la misma idea pero aplicada para el Super Nintendo.

La progresión era evidente. Después del NES tiene que venir el SUPER NES, ¿No? No por algo es Super. Y así fue.

El paso evidente ahora sería el Nintendo 64, ¿no? Si nos apegamos a la cronología de la empresa, es la consola a la que le toca.

Pero no. Hay varios factores por los cuales la Nintendo 64 se convertiría en un problema más que en un acierto para Nintendo.

De partida, el catálogo. La Nintendo 64 fue una consola que no contó con el apoyo de las grandes compañías, que en esa época optaron por hacer juegos para consolas con discos, por contar con más espacio par almacenar sus juegos y por ser mucho más baratos que los cartuchos de Nintendo.

Es cierto que la Nintendo 64 posee grandes juegos, muchos de ellos revolucionarios como Super Mario 64, Ocarina of Time o Super Smash Bros., pero otra parte de su legado se encuentra en estos momentos en manos de Microsoft, cuando decidieron adquirir el estudio Rare. Juegos como Banjo Kazooie, Goldeneye, Killer Intinct Gold y Conker's Bad Fur Day ya han aparecido en la consola de su nuevo dueño, así que ni lo cuenten.

El impacto de otras compañías en Nintendo 64 fue nulo, al menos de manera masiva. Por supuesto que nos gustaría jugar Mischief Makers, pero ¿ese es un juego que vende consolas?

Pero supongamos que se soluciona ese problema. Que Nintendo finalmente junta 20 o 30 juegos en el catálogo, sumando todos los Mario Party, Mario Tennis y juegos de Pokémon que existen. El siguiente problema que existe son los controles.

El control del Nintendo 64 es un control bastante más caro de crear que el de NES y SNES, lo cual no sería un problema en sí, si no fuera porque la mayoría de los juegos de Nintendo 64 están hechos para jugarse con cuatro personas.

Si Nintendo tuvo que verse obligada a incluir el segundo mando en la SNES Mini porque se dio cuenta que el segundo control de la NES Mini se evaporó de las tiendas, imaginense a la compañía tratando de mantener un stock de 4 controles. Imposible.

¿Significa entonces que la compañía debe renunciar a su modelo de consolas clásicas? Para nada. 

La respuesta está aun más en en pasado, en el fin de la década de los 80: el Gameboy.

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Original Nintendo Gameboy[/caption]

Un Gameboy Classic Mini sería una idea perfecta, similar a esas consolas "99 en 1", pero con calidad y, efectivamente, juegos diferentes.

Piensen un poco: el catálogo ya está. Si consideramos tanto el catálogo de Gameboy como Gameboy Color, la Gameboy Classic Mini tiene prácticamente una década de juegos de donde escoger. Tetris, Super Mario Land 1 y 2, los Wario Land, Link's Awakening, Picross, por solo mencionar algunos.

Y eso que estoy dejando de lado al más importante de todos: Pokémon. Imagínense eso: ¿Qué podría imprimir dinero más rápido que una réplica de un Gameboy que venga con Pokémon Blue?

Y el Gameboy además fue una consola que contó con Megaman, Castlevania, incluso Metal Gear y Final Fantasy. Para elegir hay mucho.

A pesar de que el tener que incluir una pantalla hace que el producto suba un poco su precio, lo bueno es que debería funcionar por si mismo y de paso, es mucho más fácil encoger su tamaño solo por mejoras tecnológicas. En vez de pilas tendría batería recargable y la pantalla podría cambiar de modo de la misma forma que lo hacen las otras versiones clásicas: tendríamos un modo escala de grises, uno verde que emule al Gameboy original y por supuesto, color para el Gameboy Color.

Pero nada más. Nada de accesorios ni controles extras, salvo, claro está, que se quiera usar un cable link, lo que a estas alturas del partido se puede reemplazar por infrarrojo.

Aunque hasta ahora, todo es especulación. Pero la respuesta a esto podría estar más cerca de lo que pensamos.

Todo gracias a la 3DS, la consola que durante este tiempo, creemos, ha sido el lugar de pruebas de estas consolas clásicas.

Si pensamos en que el plan de Nintendo era vender ROMS legales con el menor costo posible, una de las primeras cosas que hay que tener claro es que los juegos deben correr en el procesador más simple posible. La emulación en Wii U o incluso en Wii era mucho más compleja por la arquitectura de las consolas, lo que permitió que tuviéramos juegos de diversas consolas, incluyendo el Nintendo 64. 

Pero la 3DS es diferente, es la más pobre de los tres productos de Nintendo que han tenido Consola Virtual, tanto así que incluso tuvieron que sacar un modelo nuevo para poder emular juegos de Super Nintendo.

¿Y qué es lo que puede emular la 3DS? NES, Super NES, y GameBoy.

Y el último argumento es el matemático: la Nintendo 64 sólo vendió en todo su ciclo de vida, poco más de 30 millones de consolas. El Gameboy fue 4 veces eso, alcanzando casi los 120 millones. Si vas a vender un producto nostálgico, al menos asegurate que la gente tendrá recuerdos de el, y en ese sentido, los números están de la mano del Gameboy.

Por lo demás, una Gameboy Classic Mini sería la excusa perfecta para que en dos años más nos llegue una GBA Classic Mini, cerrando así este ciclo de nostalgia y robo.

¿Comparten nuestra teoría? ¿Te gustaría tener una versión moderna del clásico Gameboy?