Aunque la falta de resolución en la teoría de Valonqar, relacionada a la muerte de Cersei, generó múltiples críticas por cómo se resolvió el arco de historia de Jaime en el penúltimo episodio de Game of Thrones, con muchos clamando que se tiró por la borda su arco de redención, los cuestionamientos hacia la ruta de Daenerys no fueron menores.
A pesar de su fuego siempre estuvo ahí, la resolución no dejó a muchos satisfechos. Sí, durante el episodio, todo resulta como estaba planeado, y las campanas resuenan en señal de redención, pero Daenerys no deja el combate y procede a incinerar todo lo que queda de la Fortaleza Roja, quemando todo a su paso. En ese momento, encarnando todos los temores hacia su nombre Targaryen, la rompe cadenas termina representando a la Reina Loca que tantos temieron que fuese.
David Benioff, uno de los showrunners de la serie, explicó tras el estreno de la serie que Daenerys avanzó hacia la batalla "muy sola". Jon Snow, la persona que supuestamente la ama más, no está dispuesto a mostrarle afecto una vez que ambos están a solas. Rechazada, Daenerys le dice a su pariente oculto que lo único que le queda es regir con miedo. "En cuanto le concierne, en ese punto, Jon la ha traicionado al contarle su verdadera identidad a otras personas", explicó Benioff.
Pero eso no es lo único que enciende su fuego y los guionista de la serie explicaron que la Madre de los Dragones no participó en la batalla con el objetivo de destruirlo todo. "Y luego, ella ve la Fortaleza Roja, que es, para ella, la casa que su familia construyó cuando llegaron a estas tierras hace 300 años. Es en ese momento, en las paredes de Desembarco del Rey, en donde ella está viendo al símbolo de todo lo que le arrebataron, que se decide a hacerlo personal", agregó por su parte el otro showrunner y guionista del capítulo, D.B. Weiss.
Pero aunque hay quejas de parte de muchos seguidores, Benioff considera que las semillas estuvieron ahí. "Hay algo escalofriante en la forma en que Dany ha respondido a la muerte de sus enemigos", planteó.
En ese sentido, los escritores sí reconocen que las cosas podrían haber terminado de otra forma en su victoria, pero para ello Cersei no debería haber matado a Missandei o Jon no le debería haberle dicho su verdad como heredero al trono. Su soledad, su falta de amor, su vacío al recuperar lo que era suyo, la llevaron a actuar de la forma incineradora.