Game of Thrones: La historia de Brienne y el irredimible Jaime Lannister
Aunque el penúltimo episodio entregó lo que muchos fans esperaban, también puso en evidencia que el matarreyes nunca se perdonará a si mismo.
El antepenúltimo episodio de Game of Thrones no solo definió la declaración de guerra final sobre el destino de Desembarco del Rey, sino que también sacó a relucir los verdaderos colores de la naturaleza humana de varios de los personajes.
Pero aunque los elementos más relevantes estuvieron centrados en Daenerys Targaryen, ningún otro personaje demostró mejor sus verdaderos colores que Jaime Lannister.
Spoilers a continuación.
Todo comenzó bien para el matarreyes, ya que la celebración de la victoria sobre el ejército de los muertos sirvió para que Jaime y Brienne of Tarth tuviesen diversos intercambios que, impulsados por Tyrion, sacasen a relucir su mutuo interés.
Ambos tienen un momento a solas e inevitablemente una cosa lleva a la otra para que consumen su relación que comenzó a desarrollarse desde la segunda temporada. Mientras Jaime reconoce que nunca se ha acostado con un caballero, Briane hace lo propio revelando que era virgen. Y ambos se funden en uno solo.
Guardajuramentos
El primer encuentro entre Brienne y Jaime se da una vez que este último cae prisionero de Catelyn Stark. Tras la muerte de Ned, la señora de Invernalia espera que el hermano de Cersei pueda ser intercambiado por sus dos hijas, Sansa y Arya, atrapadas en Desembarco del Rey tras la muerte de Stark. Pero aunque Jaime complicó las cosas, matando como siempre supo hacer, Catelyn se las ingenia para lograr que Brienne se comprometa a llevar a Jaime hasta Desembarco del Rey.
En el camino, ambos fueron capturados por miembros de la Casa Bolton, quienes le cortan la mano a Jaime luego de que este impide que Brienne sea violada. En el camino, el Lannister es dejado en libertad, pero da sus primeras señales de que no era tan malo después de todo tras salvar a la guerrera de Tarth.
Luego de los sucesos que rodearon a la muerte de Joffrey, Jaime le pide a Brienne que cumpla su promesa y proteja a las hijas de Catelyn. Para ayudarla en esa tarea, el Lannister le da una espada de acero valyrio, hecha a partir de los restos del arma de Ned Stark, que recibe el nombre de "Guardajuramentos".
El camino de ambos se separó a partir de ese punto, volviendo a reencontrarse en la Batalla de Invernalia. Ahí Jaime cumplió no solo el deseo de Brienne de convertirse en un caballero de los siete reinos, sino que también lucharon valientemente contra los muertos y cerraron el círculo durante la celebración final.
Un Lannister siempre paga sus deudas
A lo largo de Game of Thrones, una de las claves que ha definido a Jaime Lannister radica en el peso que representan sus acciones del pasado. Aunque una y otra vez ha demostrado tener un valor que contrasta con el malvado acto que concretó contra Bran al final del primer episodio de la serie, inevitablemente Jaime ha sentido que está destinado a pagar sus deudas. A ser el mejor representante del lema de su casa.
El matar al Rey Loco, el incesto con su hermana, las cosas que hizo por amor y por salvaguardar a su propia sangre, le han terminado jugando tantas veces en contra, que su actitud ha sido propia de alguien que tiene claro que nunca escapará de la nube negra que el mismo se puso encima.
Aunque los fans de la serie se han volcado a su favor, a raíz del arco narrativo de su historia, el antepenúltimo episodio de la serie simplemente demostró que hay cosas que siempre serán más fuertes que la simple promesa de felicidad. Una vez que tiene claro que el ejército de Daenerys sufrió pérdidas clave, y que la represalia de la Madre de los Dragones será creada con un vengativo fuego que implicará la ejecución de usu hermana, Jaime no puede aceptar la oferta de Brienne.
Esta última, teniendo en claro que todas las acciones de Jaime le han demostrado que en realidad es un buen hombre, le plantea que no debe sacrificarse por Cersei ni caer en un ciclo que el Lannister cree como propio. Pero demostrando que algunas cosas simplemente no pueden ser, Jaime pone sobre la mesa todas sus malas acciones.
<em>"¿Crees que soy un buen hombre? Empujé a un niño de una torre y lo dejé lisiado de por vida. Por Cersei. Estrangulé a mi primo con mis propias manos, solo para regresar con Cersei. Habría asesinado a cada mujer y niño en Aguasdulces, por Cersei. Ella es aborrecible y yo también"</em>
Esas palabras, que sirven como despedida y, a la vez, como declaración de que Jaime considera que su redención no es posible con una Cerse muerta, terminan rompiéndole el corazón a Brienne y probablemente a muchos fans. Esa imagen probablemente anticipa que las cosas no concluirán bien para Jaime. Pero por cómo fue su camino, y aunque lo intentó, el lazo con Cersei siempre fue más fuerte.
Alguien que llega a la conclusión de que es aborrecible, nunca cambiará de opinión. Puede no abrazarlo, intentar hacer el bien peleando para evitar el fin del mundo, pero nunca le gustará lo que hay en el espejo. Y Jaime siempre verá al viejo Lannister ahí. Con su pelo radiante empujando niños al vacío. Solo cuando se perdone a si mismo, podrá redimirse de las cosas que hizo por amor.
Pero con dos capítulos por delante, el tiempo parece haberse acabado para eso. A menos que una vieja teoría proveniente de los libros le de en el gusto a los fans.
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