A lo largo de las últimas tres temporadas una de las mayores quejas contra Game of Thrones es la poca pantalla que se le dio a Ghost, el lobo huargo que acompaña a Jon Snow. Y es que escudados en el CGI, desde la producción de la serie no han escatimado en hacerlo aparecer por sólo unos segundos o derechamente cortarlo por completo de algunos episodios.
Es así como Ghost fue sacado completamente de la batalla de los bastardos y apareció sólo al comienzo de la batalla contra el Rey de la Noche, desapareciendo a los pocos segundos para luego enterarnos que seguía con vida en el siguiente episodio.
Tras el combate, era esperable que Ghost continuara al lado de Jon en su marcha a Desembarco del Rey, sin embargo la historia que tenían pensada los guionistas era bastante diferente.
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Tras decidir dejarlo atrás y dejar que vuelva más allá del muro con Tormund, es que ocurren una de las peores despedidas en lo que va la serie, la cual dejó a todos los fanáticos preguntándose cómo Jon puede ser tan malo con quien luchó por él en incontables ocasiones.
Apuntando a Jon como un desalmado por abandonar a su fiel compañero, las críticas llovieron contra la serie y los guionistas, David Benioff y Dan Weiss ¿Pero era este el final del peludo compañero?
De la mano de último episodio de la serie es que tuvimos la oportunidad de ver el reencuentro entre Jon Snow y Ghost, quien por fin rompió la pared que lo distanciaba de su compañero generado por computadoras y lo acarició antes de partir más allá del muro.
Considerando que gran parte de la ausencia de Ghost se debió a la dificultad de crearlo y más aún de hacerlo interactuar con otros personajes, sin duda se agradece la escena final del Lobo Huargo.
Finalmente pese a las críticas a la serie, Ghost tuvo la despedida que merecía, con uno de los mejores momentos del último episodio de la serie.