Glass, el final de la saga iniciada por Unbreakable, fue un éxito económico, ya que con un pequeño presupuesto logró recaudar $246 millones de dólares. Pero esa clase de performance no tiene por qué ir de la mano de una buena recepción de la crítica y eso es precisamente lo que experimentó el director M. Night Shyamalan.
"Estaba en Londres cuando escuché que las reseñas de Glass en Estados Unidos estaban siendo malas. Estaba en la silla de maquillaje de un programa de televisión. Y yo lloré", explicó el director.
En sitios como Rotten Tomatoes, que se dedican a reunir a todas las críticas, Glass solo tuvo una recepción positiva de solo un 37%. En Metacritic su porcentaje de aprobación solo alcanzó 42/100.
"Habíamos vuelto de las funciones en Londres, que habían sido un éxito. Solo tuvimos grandes funciones previas de la película alrededor del mundo. Esencialmente no estaba preparado. Tenía este falso sentido de ser parte de un grupo de una forma seguro. Pero chicos, sí que me sentí perturbado ese día", agregó Shyamalan según consta en Indiewire.
Pero pese a las críticas, el director ha remarcado una y otra vez que está satisfecho con su propuesta para concluir la historia de David Dunne, el Sr. Vidrio y La Bestia.