22 segundos. Eso es lo que tardó Bill Goldberg para volver a imponer su condición de nueva carta estrella de la WWE, aquel que sostenidamente ha elevado los ratings para satisfacción de Vince McMahon, derrotando a Kevin Owens por el título Universal en Fastlane, el evento que sirvió de mediocre antesala de Wrestlemania.

188 días estuvo como campeón Owens, un luchador que representa más el futuro de la compañía que la leyenda part-time que cargará el título máximo de RAW. Pero nada pudo hacer ante la ex estrella de la fenecida WCW.

Goldberg, de este modo, ganó su segundo título en la WWE cortesía no solo de sus cartas, la spear y el jackhammer, sino también de la breve distracción de Chris Jericho, el ex "mejor amigo" de Owens.

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En el evento más importante del año, finalmente será Goldberg versus Brock Lesnar por un campeonato. Y los rumores indican que ambos serán el evento principal.