Gmail, el servicio de correo electrónico de Google, es usado por más de 1.500 millones de personas al día. Y si hay algo que atrae a quienes prefieren esta plataforma, es su sistema de seguridad integrada.
A través del llamado aprendizaje automático, la compañía logra evitar que el 99.9% del spam, phishing y malware termine en el buzón de entrada de sus usuarios.
Sin embargo, al implementar la biblioteca de código abierto llamada TensorFlow, la cual guarda relación con el aprendizaje automático, se logró bloquear diariamente más de 100 millones de correos no deseados dentro del servicio.
Este avance permite a Google bloquear categorías de spam que anteriormente costaba más trabajo detectar. Al usar TensorFlow para escanear mails, la compañía puede ahora encontrar correos creados a partir de imágenes, con contenido integrado y mensajes de nuevos dominios que intentan hacerse pasar por asuntos legítimos.
El aprendizaje automático ayuda a Google a detectar patrones en largas cantidades de datos que muchas veces pasan desapercibidos. Además, permite que se adapte a nuevos tipos de tácticas usadas por quienes envían este tipo de correos maliciosos.