La forma de evaluar películas de Rotten Tomatoes es un instrumento polémico que en los últimos años ha adquirido una excesiva importancia en la industria y la crítica cinematográfica. Pero eso no significa que las evaluaciones de la plataforma dejen de ser llamativas, más aún cuando sepultan a una película.
Ese es el caso de la nueva película de John Travolta, Gotti,que luego de haber debutado el pasado viernes en los cines estadounidenses fue evaluada con un lapidario 0% de aprobación en el sitio.
Es decir, de las 21 críticas registradas hasta ahora, todas le "arrojaron tomates" a la producción dirigida por Kevin Connolly, que muestra a Travolta como el infame mafioso John Gotti en su carera por convertirse en el líder de la familia criminal Gambino.
Los comentarios de los críticos consignados para el puntaje de Rotten Tomatoes se centran principalmente en que Gotti carecía de una coherencia narrativa y simplemente era un pegoteo de imágenes ya vistas en otras películas sobre grandes líderes de la mafia.
Por ejemplo, Brian Orndorf del sitio Blu-ray señala: "Hay 44 productores acreditados en la película (dios, señor). Y ninguna persona tuvo la valentía de preguntar qué tipo de película derivativa y sin sentido se estaba haciendo".
Aunque el consenso general es que el fracaso de la película no pasó por Travolta, el crítico de Rolling Stone, Peter Travers, señaló que el actor nunca debería haber participado en la producción.
"Protagonizar este biopic mafioso que merece ser golpeado es una oferta que Travolta debería haber rechazado", escribió Travers. "Los testimonios insanos de los seguidores de Gotti al final son lo más cercano que este espectáculo de mierda llegará a buenas críticas".
Ante lo que parece ser una horrenda película, otros como Johnny Oleksinski del New York Post son más radicales y con una referencia a El Padrino evidencian el desastre de Gotti.
"Prefiero despertarme junto a una cabeza de caballo cortada que ver Gotti otra vez", escribió Oleksinski.
Lamentablemente para John Travolta Gotti no la primera de sus películas en recibir la puntuación más baja en Rotten Tomatoes. El actor ya había conseguido esa infame marca con la secuela de Fiebre del sábado noche, Staying Alive en 1983, y había repetido la "hazaña" con Mira quién habla en 1993 y Hombres de élite en 2016.