Durante los últimos años el debate sobre la caracterización de Superman se ha vuelto un tema recurrente y es que mientras algunos fanáticos quieren volver a ver una faceta mucho más optimista y liviana del personaje en las adaptaciones para el cine, otro grupo de fanáticos estaría más interesado en ver apuestas en la línea de lo que hizo Zack Snyder con todo el cuestionamiento y peso de la misión del héroe.

Pero aunque ambas cosas no son necesariamente excluyentes, Grant Morrison volvió a opinar sobre aquel afán que también ha aparecido de caracterizar a Superman como un tirano.

Mediante su Substrak Morrison volvió a recordar los planes de Dan Didio, el ex co-publicador de DC Comics, para reordenar la continuidad del Universo DC y establecer una nueva generación de héroes (ya saben, aquel proyecto fallido que se conoció informalmente como 5G).

Morrison contó que después de explicar sus planes para la 5G, DiDio le propuso realizar Superman and the Authority. No obstante, el editor quería que aquella historia mostrara a “un Superman mayor desilusionado se volvió cada vez más derechista y autoritario”. Pero eso no era todo y, según el guionista, DC también quería convertir a Supergirl en una tirana.

“Existían planes simultáneos para empujar a Supergirl en una dirección cada vez más fascista por razones que tenían poco sentido para mí”, indicó Morrison.

Obviamente quien escribió Final Crisis no vio con buenos ojos aquella propuesta y cuestionó las razones para intentar convertir a Superman y Supergirl, dos de los héroes más inspiradores de los cómics, en figuras malvadas.

“¿Por qué, digo, oh por qué, es tan difícil servir simplemente el concepto y escribir las aventuras de una adolescente inteligente, creativa y de buen corazón con superpoderes? ¿Qué propósito, terrenal o sobrenatural, se sirve al convertir a este personaje en una amargada tirana del espacio?”, escribió Morrison.

“Me gustó la idea de un Superman mayor que reconsiderara su misión y se convirtiera en lo que vi como una figura de héroe pulp tipo Doc Savage con su propio equipo de agentes expertos... pero en cuanto al resto....”, añadió. “Cuestioné el deseo de atribuir los peores aspectos del comportamiento humano a personajes cuya única función útil, a mi entender, además de simplemente entretener a los jóvenes y a cualquier otra persona que desee unas vacaciones edificantes en un mundo de cuentos lejos de la monotonía agotadora del pesimismo y desilusión, es proporcionar una muestra de dibujos animados de colores primarios de cómo seríamos todos si tuviéramos el ingenio, la voluntad y el sacrificio que se necesita para privilegiar lo mejor de nosotros mismos y aspiraciones más elevadas por sobre nuestros instintos básicos”.

“Si bien es poco probable que ese gran día suceda pronto en un mundo real medio familiar, ¿por qué no dejar que los universos de los cómics sean patios de recreo para el tipo de impulsos utópicos que en el pasado sacaron lo mejor de nosotros?”, sentenció.

Superman, Superboy, Supergirl y Jon Kent en Action Comics (2018)

Previamente Morrison ya había criticado esta idea de presentar a Kal-El como una figura facista y un tiempo atrás incluso pidió directamente que “no conviertan a Superman en un tirano de derecha”.

En ese sentido, en su publicación en Substack quien escribió Action Comics entre 2011 y 2013 ahondó en su reflexión sobre por qué aquella caracterización simplemente no funciona para Superman ni Supergirl.

“Socavar el atractivo fundamental de los superhéroes como Superman y Supergirl, reformulándolos como antihéroes en el mejor de los casos o monstruos absolutos, sacando de sus pedestales a personajes imaginarios de la infancia para reforzar un punto bastante simplista sobre la tendencia de los héroes del mundo real a exhibir pies de arcilla, me impactó y aún me impacta como imaginativamente perezoso”, argumentó Morrison. “Usar héroes de aventuras de niños para hacer observaciones trilladas sobre el comportamiento humano típico que de hecho no se aplica a los personajes inventados de los cómics me parece, no sé, ¿caprichoso? ¿Diletante? ¿Un derroche de energía y creatividad?”

Por supuesto, esto no implica que Morrison esté en contra de todos los cómics que quieren presentar algo más que una historia liviana con los miembros de la Casa de El. De hecho, señaló directamente que hay obras notables en ese espacio.

“Esto no quiere decir que los cuentos de advertencia de superhombres malvados o comprometidos no tengan su lugar. Ha habido historias bien hechas que calificaría entre algunas de las mejores y más ‘adultas’ versiones del concepto de superhéroe, desde The One hasta Marshall Law, The Boys e Irredeemable, que usan personajes análogos al estilo de Superman para criticar el lado sombrío de la industria del entretenimiento o el monstruoso poder del complejo industrial militar o para cuestionar y exponer las contradicciones y los autoengaños en la autoimagen súper heroica de los Estados Unidos”, señaló Morrison. “Pero esas (historias) tienden a usar personajes creados a la medida para ese propósito y admitiré que incluso entonces mi interés comienza a decaer cuando las historias de Superman tirano existen para servir a la premisa fundamental de que donde el poder corrompe, el superpoder necesariamente sería supercorrupto”.

“El problema es que las personas con superpoderes no existen excepto en los cómics, las películas y los juegos. Uno puede fácilmente culpar a los unicornios por la crisis financiera escribiendo historias para demostrar de una vez por todas lo terribles y engañosos que serían si fueran reales y dirigieran los mercados con sus cascos brillantes”, finalizó.

Superman en "injustice".

Morrison insiste en que Superman and the Authority será su último trabajo para DC, pero como el mismo autor reconoce en su publicación, despedirse de ese universo de cómics no ha sido sencillo.