Seguramente los has visto en alguna vitrina, conoces a algún amigo que está rayado con ellos o te habrán pedido uno de regalo para navidad o un cumpleaños. Los juegos de mesa han crecido y de a poco se están convirtiendo en una actividad social de la que varios quieren ser parte.

Y al igual que todo hobby nuevo, llegar a ellos puede ser algo intimidante y complejo si no se cuenta con la ayuda necesaria. Lo primero que hay que saber es que los juegos de mesa modernos están a años luz de lo que alguna vez jugaste cuando chico. El factor del azar se ha eliminado o reducido al mínimo, los tiempos de duración de los juegos se han acotado y la variedad de cosas que puedes hacer también han cambiado de la típica acción de lanzar dados y mover piezas.

¿Pero por dónde podemos empezar? Lo primero es tener en claro los tipos de juegos que existen y desde ahí, ver cuáles son los que más te puedan interesar. Por eso hemos hecho una lista con los cuatro babys de los juegos de mesa, los cuatro elementos fundamentales que servirán de puerta de entrada para drogas mucho más duras.

Euros: Estrategia pura

Los eurogames son títulos donde prima el diseño del juego por sobre la temática. A veces pueden ser juegos más "cabezones" porque son más abstractos, pero están hechos para pensar. El factor de la suerte es casi nulo, eliminando el uso excesivo de dados o de mazos de cartas. Tampoco hay eliminación de jugadores sino que todos llegan hasta el final y las temáticas, por lo general, tienen que ver con organización de recursos (construir ciudades, armar una granja, viajar por un mapa), por lo que claramente no entran por la vista, sino que por sus reglas. Juegos clásicos para empezar en este género son Colonos de Catán, Ticket to Ride, Puerto Rico o Five Tribes.

Ameritrash: Para ganarse enemigos

Los Americanos o "Ameritrash" como se conocen en la comunidad, son todo lo contrario. Acá prima la suerte, los poderes especiales, y esos momentos de injusticia que dejarán a todos, menos al atacado, con risa asegurada Si te gusta atacar a tus rivales y ambientaciones mucho más fantásticas como mundos medievales, ciudades infestadas de zombies u odiseas espaciales, debes partir por estos juegos. Acá los ataques entre competidores son necesarios para ganar, lanzar dados es parte de la rutina y si pierdes tendrás que esperar a que el resto termine, ya sea entregando fichas o armando una mesa de los picados. King of Tokyo, Dead of Winter y Small World son los esenciales para tu ludoteca.

Coperativos: No es necesario competir

¿Sabías que hay juegos donde la gente no pelea entre si, sino que cooperan para vencer a un enemigo en común? Son los juegos colaborativos, un género en el cual los participantes unen fuerzas para derrotar al tablero. Los juegos colaborativos suelen tener diferentes roles con poderes especiales que se complementan para poder cumplir una misión en común. La mayoría de estos juegos cuentan con niveles de dificultad ajustables, para que la experiencia sea rejugable y además, integrar tanto a grupos experimentados como a novatos. La Isla Prohibida, El Desierto Prohibido y Pandemic son las mejores formas de entrar a este mundo.

Party Games: El alma de la fiesta

Para muchos puede que mezclar juegos de mesa con una fiesta no sea la mejor de las ideas, pero lo cierto es que hay muchos de ellos que son diseñados precisamente para estas ocasiones. Algunos de ellos son los fillers, juegos cortos de no más de 30 minutos de duración que sirven para "romper el hielo". Pero también están los juegos sociales, en los cuales la interacción es lo que hace la diversión. En los juegos sociales se gana hablando, siendo el mejor para mentir o convencer a tus amigos y al final la competencia se hace secundaria enfrentado a las risas del grupo. Infaltables en una colección deben ser Dixit, La Resistencia, Código Secreto y Strike!

Si quieres aprender más

-Busca un grupo de juegos. Ya sea con amigos de la pega, la universidad o de la vida, los juegos de mesa se juegan mucho mejor con uno o varios grupos de amigos dispuestos a probar nuevos juegos, varias veces. No solo será más divertido sino que se convertirá en un hobby más barato, ya que así se pueden repartir quienes compran qué juegos.
-Para armar una noche de juegos asegura que títulos estarán disponibles para que todos sepan que jugarán y puedan revisar las reglas desde antes. La mejor manera de aprender es con tutoriales en YouTube, los que si bien no sirven para aprenderlo todo, al menos ayudan para que al juntarse todos tengan el mismo nivel.
-Busca reuniones abiertas para aprender a jugar. Instancias como el Tabletop Day, que se realiza cada año, son ideales para ir, aprender a jugar y encontrarse con gente dispuesta a ampliar su círculo de jugadores. Las mismas tiendas y editoriales también realizan a menudo demostraciones gratuitas, que son ideales para ver si vale la pena o no comprar uno.