George J. Laurer, el hombre que creó al código de barras que es utilizado ampliamente en el comercio y servicios, falleció el pasado 5 de diciembre a la edad de 94 años. Su hijo confirmó que el ingeniero eléctrico murió en su hogar en el pueblo de Wendell, Carolina del Norte.
El código, basado en la representación de un conjunto de líneas paralelas de distinto grosor y espaciado, debutó en 1974 y permite reconocer rápidamente a un artículo de forma única. El primer artículo que pasó por un scanner fue un chicle Juicy Fruit de la marca Wrigley, en un supermercado de Ohio, y actualmente se encuentra en el Museo Nacional de Historia Estadounidense.
Laurer entró a trabajar en IBM en 1951 y se le solicitó diseñar un código para etiquetas de comida modelado en base a un código circular desarrollado por N. Jospeh Woodland y Bernard Silver a fines de la década de 1940.
Teniendo en cuenta a los scanners ópticos de la época, Laurer detectó que el símbolo circular era demasiado borroso al ser reproducido en las prensas de impresión y desarrolló el diseño rectangular que permitía hacer uso de 95 bits de datos en un código binario que incluía la información del producto de consumo.
Un consejo decidió implementar la barra rectangular de forma universal a partir de 1073, mejorando con ello la velocidad de ventas en las cajas, además de eliminar la necesidad de poner las etiquetas de precios de forma manual y bajar el número de errores en el inventariado.
Pero aunque el código es utilizado de forma masiva, IBM no patentó el código de barras y, por ende, Laurer no recibió ninguna regalía. Sin embargo, su lugar en la historia ya estaba garantizado.