Dicen que una de las razones por las cuales Hillary Clinton no pudo ganar a Donald Trump en las últimas elecciones presidenciales en Estados Unidos, es por su desconexión con la gente que precisamente era la que tenía que convencer para ir a las urnas, lo que hacía que muchas veces se equivocara realizando referencias forzadas y apariciones en TV que la alejaban aun más del público.

Una característica que al parecer, Clinton aun no ha superado y que quedó demostrada en su último libro titulado What Happened (Qué Pasó), en el cual para explicar la dificultad de ser mujer en el mundo de la política, utilizó el que quizás sea el peor ejemplo que pudo haber pensado: se comparó con Cersei Lannister, la mujer más despiadada y odiada del universo de Game of Thrones.

Esto ocurrió en un pasaje del libro dentro del capítulo llamado "Sobre ser una mujer en la política" en la que explica algunos de los malos ratos que debió pasar en la campaña por culpa de los simpatizantes de Trump.

"La gente que apoyaba a Trump pidió mi que me encarcelaran más veces de las que puedo contar. Gritaban <strong>¡Culpable! ¡Culpable!</strong>, de la misma manera que los fanáticos religiosos de Game Of Thrones le gritaban <em>"</em><strong><em>Shame! Shame!"</em> a Cersei Lannister</strong> mientras caminaba a la Fortaleza Roja"

Y si bien es cierto que la analogía pudo haber estado bien desde el punto de vista que los fanáticos de Trump parecen ser, efectivamente parte de un culto y sin ningún tipo de respeto, al punto de ser llamado medievales en otra parte del libro, también es cierto que si los simpatizantes de Trump quedan mal, ella, asumiendo el rol de Cersei queda mucho peor.