Apple y Nintendo han demostrado ser muy buenos amigos en el último tiempo. El lanzamiento de Super Mario Run, por ejemplo, se realizó de manera exclusiva en la plataforma de la manzanita durante los primeros meses e incluso Shigeru Miyamoto, el padre de Super Mario, estuvo presente durante una conferencia de la compañía para presentar la primera aventura móvil del fontanero.

Pero mientras por fuera ambas empresas se muestran como los mejores amigos de la vida, una batalla interna los tiene peleando en una disputa que podría afectar las proyecciones de ventas de ambas compañías para sus productos estrella: el iPhone por un lado y la Switch por el otro.

Según reporta el periódico The Wall Street Journal, los deseos de Nintendo de aumentar la producción de la Nintendo Switch al doble de lo que tenían presupuestado -de 10 a 20 millones de unidades en un año- han hecho que la compañía tenga que pelear en el mercado por los componentes de su consola. En particular, con las memorias flash que utiliza la Switch, fabricadas por Toshiba, que son las mismas que utiliza Apple y otras compañías chinas para el almacenamiento de sus teléfonos y tabletas. Esto ha hecho que la demanda por estas memorias sea mayor a la oferta que Toshiba puede entregar, por lo que no esperan que sea un problema que se resuelva durante el año.

Lo mismo pasa con las pantallas, las cuales son producidas por Japan Display Inc. tanto para Nintendo como para Apple. El problema para Nintendo es que el volumen de ventas de Apple es mucho mayor al de ellos -la cantidad de dispositivos que ellos esperan vender en un año son las ventas de Apple en un solo trimestre- por lo que si no logran encontrar las partes que necesitan tendrán que ir a otros proveedores, los cuales probablemente aumenten el precio de la Switch, o al menos, reduzcan el margen de ganancias de la compañía.