Desde que fue estrenada, todo lo que rodeó a la promoción de Interstellar apuntó a su veracidad científica. Christopher Nolan, director y guionista, combinó su propuesta de ficción con teorías gravitacionales del físico Kip Thorne. De ahí que una mezcla de efectos digitales y realidad científica se fundieron para crear una visualización de un agujero negro, llamado en la película como "Gargantua".

Nolan inicialmente se puso como objetivo "explorar posibilidades reales", con Thorne apoyando el objetivo de mostrar a un agujero negro como nunca había sido presentado en una producción de Hollywood. Pero claro, lo suyo era parte de una propuesta de ciencia ficción.

"Kip Thorne tiene un libro sobre la ciencia de la película que aborda lo que es real y lo que es especulación, ya que por supuesto que mucho de lo que hay en la película lo es. Han habido un montón de tweets viscerales de gente que solo vio la película una vez, pero para realmente tomar la ciencia de la película, necesitas sentarte con ella por un tiempo y probablemente leer el libro de Kip", explicó el director a The Daily Beast tras las críticas iniciales que surgieron en contra de la película.

"Sé dónde hicimos trampa de la forma en la que haces trampa en las películas y le he dicho a Kip cuáles son esas cosas", remató Nolan.

Todo se explica perfectamente en el siguiente video:

Pero mientras la imagen reconstruida a partir de la colaboración del Event Horizon Telescope (EHT) lucía de la siguiente forma:

Gargantúa lucía de la siguiente forma en Interstellar.

Entonces, ¿Se equivocó Christopher Nolan y Kip Thorne?

Kazunori Akiyama, investigador postdoctoral que trabaja en el observatorio Haystack y quien participó en la creación de la imagen del EHT, explicó a Gizmodo que: "la imagen en Interstellar es casi correcta".

En ese sentido, la mayor diferencia, que tiene relación con la materia que crea una especie de disco al centro en la película, también tiene una explicación. La imagen del agujero negro de la galaxia M87, según la evidencia inicial, apunta a que la imagen del EHT está captada desde cerca de uno de los polos y no de frente. De ahí que el posible disco de materia podría no ser percatado debido al ángulo de observación.

Al mismo tiempo, los indicios apuntan a que el agujero negro está girando, por lo que el material que lo órbita también lo estaría haciendo, provocando que el espacio-tiempo se deforme y el material que está más cercano a La Tierra aparece más brillante, mientras que el que está más lejano parece más opaco.

En el sitio también hablaron con Kip Thorne, quien explicó que Christopher Nolan omitió dicho factor de iluminación debido a que el ojo humano probablemente no sería capaz de discernir las diferencias de brillo entre los dos lados del agujero negro. Asimismo, el agujero negro que crearon para la película tenía un disco de material mucho más opaco y delgado, mientras que el agujero negro de la galaxia M87 tendría un disco más grueso, pero que al mismo tiempo es más transparante a la luz.

Así es que en definitiva, Interstellar estaba en lo correcto. O, mejor dicho, casi en lo correcto tal y como dice Akiyama.