Cada película de Rocky es una lucha contra la adversidad. Todas. Las dos primeras hablablan sobre la adversidad de ser alguien de escasos recursos que tiene que luchar contra un rival superior como Apollo Creed. En la tercera, en la batalla contra el Cluber Lang, veíamos a Rocky enfrentarse a la adversidad de dormirse en los laureles. E Iván Drago representó la adversidad de enfrentarse a un desafío insuperable.

Siempre costó, siempre había que dar más para ganar, aunque no siempre se obtuviera la victoria. Esa es la máxima de una saga en donde también vimos la adversidad de confiar en aquellos en los que no deberías confiar, como pasa en la cinco, o la de demostrar que aún puedes cuando todos te dicen que tu tiempo pasó como pasó en Rocky Balboa. Y en cuanto a Creed, estaba la de vivir a la sombra de un padre que no conociste.

En ese sentido, la nueva película de la franquicia, la próxima Creed 2, promete nuevamente seguir poniendo la pista cuesta arriba, ya que ahora Adonis tendrá que enfrentar al hijo del hombre que mató a su padre sobre un ring.

Dolph Lundgren, el actor que interpretó a Iván Drago, explicó en conversación con Empire que en la nueva entrega, vemos cómo el viejo boxeador soviético "ha estado viviendo en el infiermo desde 1985 y perdió todo".

"El guión lo reintroduce como un personaje bastante dañado, emocionalmente, y alguien que sufrió un montón físicamente por una vida dura. Me puedo identificar bastante fácil con eso", explicó el actor.

"Hasta ahora no había visto una forma en que funcionase, pero ahora que estoy suficientemente viejo, trabajo como un padre. El concepto de padre-hijo era bastante bueno porque tuve una relación violenta con mi papá, muchos hombres también y terminan en los deportes de contacto", explicó.

Que esos temas estén en la película perfilan de buena forma a una secuela que tiene la difícil tarea de continuar una historia tras lo buena que fue la primera Creed.