En la historia de Batman: Una Muerte en la Familia, Jason Todd murió producto de una explosión y los golpes que el Joker le había propiciado previamente utilizando un palanca. Pero en el mundo real, el segundo Robin fue asesinado por unas cuantas llamadas telefónicas.
Por supuesto, la sucesión de eventos que llevó a la muerte del futuro Red Hood es conocida para los fanáticos de los cómics. Corría el año 1988 y DC Comics quería hacer participe a los lectores de sus decisiones editoriales. En ese escenario, como parecía que nadie estaba muy convencido del rol de Jason Todd como el sucesor de Dick Grayson, a la compañía no se le ocurrió nada mejor que preguntarle a los fanáticos estadounidenses qué debería pasar a futuro con el segundo Robin.
Así, en el marco de una historia que involucraba una trama del Joker con terroristas internacionales y otra con Jason buscando a su madre biológica, la editorial, de la mano del equipo creativo compuesto por Jim Starlin, Jim Aparo y Mike DeCarlo, decidió crear una historia que dejaría el destino del compañero de Batman en las manos de los lectores.
Para ello la compañía publicó un infame aviso al final de Batman #427 donde el caballero oscuro aparecía cargando a un herido Jason Todd. La imagen explicaba que Robin podría morir debido a las lesiones que lo provocó el Joker, pero instaba a los fanáticos a prevenir o sellar ese destino con una llamada teléfonica.
El proceso para ello era simple: Los lectores en Estados Unidos y Canadá tenían que llamar a un número si querían que Jason muriera o otro si su opción era que el nuevo Chico Maravilla continuara sus aventuras.
¿El resultado? Como bien sabrán, por un estrecho margen de 72 votos y en medio de rumores sobre que una sola persona votó muchas veces por la muerte de Jason, el destino del personaje quedó sellado: el segundo Robin debía morir.
Pero como la votación fue tan apretada, el equipo creativo tenía que prepararse para ambos escenarios y aunque la muerte de Jason fue lo pasó a la historia como una parte clave del mito de Batman, se crearon dos versiones para el final de la historia de Batman #428.
Una versión evidentemente es aquella que se imprimió y hasta el día de hoy permanece en las copias de Una Muerte en la Famila. Ya saben, esa que incluye la desgarradora imagen de Batman cargando el cadáver de Jason.
Pero el otro final que fue creado a partir de la página 10 de Batman #428 es menos conocido y a propósito de la celebración de los 80 años de Robin (que se cuentan desde el debut de Dick Grayson) Polygon recuperó aquella historia que nunca vio la luz.
Como pueden ver a continuación, el otro final de Batman #428 mostraba al murciélago lleno de alegría tras descubrir que Jason Todd estaba vivo. Pero obviamente no todo era dicha para el caballero oscuro y como queda claro en una de las viñetas, Robin quedó gravemente herido tras su encuentro con el Joker.
"Debo llevarlo a un hospital rápido!", exclama Bruce. "No hay tiempo para cambiar su ropa. Tendremos que deshacernos del traje y llevarlo al hospital enrollado en una frazada. Incluso en un momento como este pienso en proteger esa identidad secreta".
Pese a que DC no quiso compartir toda la historia que se desarrollaría a partir del rescate de Jason Todd, Polygon rescató otra viñeta de Batman #428 que revela que el plan para la historia era que Jason fuera trasladado a un hospital en Estados Unidos y quedara en coma.
A partir de ahí, el portal cuenta que se relataba como Dick Grayson o Alfred Pennyworth visitarían al malherido Robin y Bruce comenzaría su misión de venganza contra el Joker.
Pero claro, nada de eso pasó y Jason Todd permaneció muerto por varios años antes de regresar como Red Hood. Y aunque es divertido imaginar cómo habría evolucionando la historia de Batman sin la muerte de Jason, es innegable que el asesinato del segundo Robin ayudó a definir las historias futuras del murciélago, dio pie al origen de Tim Drake y propició una nueva dinámica dentro de la Batifamilia.