La compentencia entre marcas en la WWE por lo general siempre trae buenos resultados. Aun cuando hoy por hoy se presentan como productos muy diferentes, la rivalidad en el aire entre RAW y Smackdown siempre ha existido. Es por eso que cuando hay eventos grandes que involucran a ambas marcas, como Wrestlemania, Royal Rumble o Summerslam, siempre es interesante ver si existe algún tipo de duelo que haga que las estrellas de ambos shows choquen en el ring.
Y Survivor Series suele ser el momento indicado para ello. Sus clásicas peleas de eliminación de 5 vs. 5, por ejemplo, suelen siempre ser la forma preferida para enfrentar a dos bandos que llegan hasta esta instancia para terminar un feudo o para establecer cuál marca es la que triunfa sobre el resto.
Y en ese sentido, los combates de campeón vs. campeón suelen también ser momentos muy interesantes, sobre todo cuando los máximos exponentes de cada lado de la WWE se enfrentan entre sí.
Salvo por este año.
Gracias a las filtraciones que a menudo colman las redes sociales, nos enteramos que la WWE tenía planeado para la próxima edición de Survivor Series, un combate estelar entre el campeón Universal de la empresa y el Campeón de la WWE, las dos principales preseas del evento. Repito, una excelente idea en el papel, pero que rápidamente nos golpea cuando recordamos que uno de los miembros de ese dueto es el Maharaja moderno, Jinder Mahal.
https://www.youtube.com/watch?v=syCTPTJiyWg
De hecho, fue Jinder quien en el segmento de Smackdown, decidió lanzar el reto a La Bestia Encarnada, luego de darse cuenta que ya había vencido a prácticamente todas las máximas estrellas de Smackdown Live, incluyendo a Randy Orton y Shinsuke Nakamura, por lo que el siguiente paso para el sería ir a enfrentarse a Lesnar y demostrar por qué es el luchador supremo de esta compañía.
El problema de todo esto es que sabemos que no va a pasar. Sabemos que Brock Lesnar es una fuerza arrolladora, que no permitirá ser humillado por segundo año consecutivo en Survivor Series y que simplemente será otra víctima para mostrar lo fuerte que es La Bestia. Básicamente el campeón de la WWE le va a jobbear a Lesnar. Y todo esto para prepararlo como el mayor rival posible para que el próximo mes de abril, Roman Reigns comience con su plan de dominación mundial.
Es cierto que hay que ser optimistas y pensar que, por ejemplo, AJ Styles gane sorpresivamente el título y sea él el rival de Lesnar -una pelea que sí tendría toda nuestra atención- o que algún tipo de intromisión la hará más interesante. Pero con nada más en juego que la reputación de los luchadores en juego y la posibilidad de convertir al evento en un festival de F5 contra los hermanos Singh, un duelo que tendría que ser el más esperado y anticipado del año, se ha convertido en un nuevo testamento de como la WWE tiene grandes ideas pero con las personas equivocadas.