Uno de los segmentos más vergonzosos del año se vivió esta semana en el programa Smackdown Live!, cuando Jinder Mahal, rodeado de sus secuaces, los Hermanos Singh, realizó un ataque verbal a Shinsuke Nakamura, su próximo rival por el título máximo de la marca azul.
El discurso que duró menos de cuatro minutos, estuvo marcado por una gran cantidad de bromas racistas que no cayeron bien ni al público presente ni tampoco a quienes seguían el programa por redes sociales y televisión.
Durante su presentación, Mahal contó a modo de burla hacia Nakamura que no se merece el respeto del público por comer delfines, tener siempre la misma cara siempre y terminó su rutina diciendo que la gente a sus espaldas lo llama Señor Miyagi. El público, muy shockeado por lo que estaba escuchando empezó a gritar "That's Too Far", tras lo cual Mahal tuvo que terminar rápidamente el segmento.
Rápidamente comenzaron a llover las críticas hacia el producto que la WWE está ofreciendo. Sabemos que se trata de un show libreteado y eso es precisamente el peligro de todo esto: alguien escribió este guión, se lo pasó a Mahal y el lo reprodujo. Si bien Jinder fue el que se llevó en cámara todos los abucheos, los verdaderos responsables de este incómodo momento son los libretistas, quienes acudieron al racismo, a la forma más barata y simplona de generar una rivalidad en la lucha libre.
Menos aun si quien los dice es el campeón máximo y, por los mismo, uno de los rostros de la compañía.
Obviamente los comentarios en Twitter no se hicieron esperar.
https://twitter.com/bedfordcooks/status/910861892696117248
https://twitter.com/furiouStylez/status/910302552310390784
https://twitter.com/tjkay22/status/910477236234588165
Pero quizás lo peor de toda esta historia no viene del hecho de que el personaje de Jinder Mahal ya no aguanta ningún minuto más como campeón y que personajes de su mismo programa como Kevin Owens han sabido mostrarse como buenos villanos sin recurrir a recursos baratos, sino que la WWE, a nivel corporativo, defiende estas posturas.
En un comunicado, la WWE señaló que "Al igual que en muchos otros programas de TV o películas, la WWE crear programas con personalidades ficticias que cubren problemas del mundo real y temas sensibles".
Y es cierto, hace 20 o 30 años veíamos cosas aun peores, pero la industria ha evolucionado y la exigencia de su público también, no solo en el nivel de las peleas, sino que también con los personajes que se construyen. Y para Mahal esto significó pasar de unos meses de un discurso en el que se ponía como víctima del racismo a otro en donde el se convierte en quien ofende, es simplemente una mala construcción del personaje.
Lo más decidor de todo es que, a pesar de las palabras de la WWE, el segmento fue borrado de todas las redes sociales ni fue subido al canal de YouTube, como suele pasar una vez terminado Smackdown Live. ¿Será que detrás de ese corazón republicano todavía queda un poco de pudor?
https://www.youtube.com/watch?v=P9xVKhblhxw