Antes de la presentación de sus primeras imágenes, Disney vendió la idea de que el remake de El Rey León a cargo de Jon Favreau contaría con un componente live-action. Que en medio de las recreaciones digitales de Simba, Timón y Pumba también habría tomas de acción real. Todo esto para catapultar al proyecto como una realización afín a la oleada de live-action que la compañía ha realizado en base a sus clásicos de animación. Por eso estaba incluida bajo la división live-action de Disney.

Pero el tiempo, y especialmente su campaña de marketing, dejó en claro que eso no sería así. Que con suerte Jon Favreau agregó una secuencia live-action para comprobar si la audiencia lograría notarla y que el remake fue completamente realizado a partir del trabajo de animadores.

Aún así, en entrevista con /Film - recuperada por Cartoon Brew - el director se niega a reconocer que su película es un remake animado. "No hay animales de verdad y no hay cámaras de verdad y no hay ni siquiera una actuación real que ha sido capturada que está bajo los datos. Todo está saliendo a través de las manos de artistas", reconoció. "Pero decir que es animada, creo que es engañoso en cuanto a cuáles podrían ser las expectativas", agregó.

Es decir, su postura tiene relación con el marketing, con la forma en que quieren que la película sea aceptada por la audiencia, ya que reconocer que solo es un remake animado realizado con técnicas digitales quizás podría provocar que parte de la audiencia arrugue el ceño ante lo que eso significa como un posible remedo de la película clásica de animación tradicional.

Favreu de hecho reconoce que la experiencia de ver la nueva película será mejor si desconocen cómo se hizo esta nueva versión. "[Decir que es animada] también cambia la forma en que te sientas y la ves. Porque con suerte, podrías verlo sin que sea presentado. Si pusiéramos un video de Rafiki y no dijéramos cómo fue hecho, algunas personas podrían saberlo, algunas personas podrían no saber cómo se hizo, pero eso hará que estés presente y atento, que prestes atención porque estás tratando de entenderlo. Y esa es una gran disposición para estar en la audiencia", remarcó.

Pero sea como sea, la nueva película del Rey León es una película animada aunque no quieran reconocerlo y que representará un salto no menor para el campo, ya que su fotorealismo se anticipa como el más avanzado de la historia. Quizás por eso Favreau reconoce otra cosa: "Creo que llamarlo live-action no es apropiado tampoco". Algo es algo.