Al menos en lo que se refiere a videojuegos occidentales, hubo una época en la que todos querían ser el siguiente Mortal Kombat. Muchos trataron de imitarlo pero fallaron estrepitosamente y otros estuvieron muy cerca de lograrlo.
Killet Instinct fue uno de los que casi lo lograron, inspirándose en casi todo lo que hacía de Mortal Kombat un juego único: sus gráficas realistas, su combate basado en combos, los movimientos para finalizar al oponente -desde los Ultra Combos hasta las Humillaciones-, pero por sobre todo en la música.
Pero no me refiero a la música ambiental que tenía el juego. Bueno, en parte sí, pero tal como su pariente lejano, Killer Intinct también intentó llamar la atención del público con una canción bailable con la que aspiraban llevar la marca del juego más allá del arcade y de la consola.
La canción en cuestión era K.I. Feeling, un tema creado para el personaje femenino de la saga, llamado Orchid y que al igual que el en ese entonces popularísimo Techno Syndrome de Mortal Kombat, su objetivo no era más que convencer al público que jugar Killer Instinct podría ser tan cool como salir a bailar.
https://youtu.be/ulow1o5leDM
La letra, hay que reconocerlo, era bastante básica: constaba en repetir hasta el cansacio las frases "She's a Killer" y "Such a Feeling", pero quien está acá para criticar la letra de la canción. Lo que si importaba es lo que Rareware junto a Nintendo querían hacer alrededor de ella, convirtiéndola prácticamente el el himno de la nueva generación de juegos que estaban desarrollando para la entonces llamada Ultra 64.
Es cosa de ver este ballet del E3 del 95 para saber de qué estoy hablando.
https://www.youtube.com/watch?v=TFbk63WOx2k
La canción claramente no logró el nivel de masividad que Techno Syndrome, pero al menos motivó a Rare a hacer algo realmente único con su juego: lanzarlo junto a un CD musical que llevaba por nombre Killer Cuts.
Killer Cuts fue en realidad el segundo disco producido por Rare, siguiendo la fórmula realizada con Donkey Kong Country y el disco DK Jamz. Pero sin duda fue el más interesante de los dos.
Lo primero, es que par obtenerlo tenías que comprar el bundle del Super Nintendo con el Killer Instinct, el cual incluía en conjunto a este paricular disco, el cual traía remixes de varios de sus temas, los cuales eran bastante buenos.
Killer Cuts nos enseñó, con el tiempo, a apreciar que la música del juego en realidad era bastante buena, en una propuesta que se movía entre los ritmos urbanos, las canciones épicas y mucho pero mucho baile. Detrás de toda esta locura un solo compositor llamado Robin Beanland.
The Instinct, por ejemplo, el tema central del juego, es una propuesta mucho más rockera y potente, y en cierta manera representa mucho mejor el espíritu del juego que K.I. Feeling. Claro no vendía tanto afuera, pero escucharlo realmente es un deleite.
https://youtu.be/Cvq-znoS2HY
De las pesadas guitarras de la entrada, pasamos a temas como el Jago, una canción que mezcla sonidos de todos lados: es tribal, asiático, latino, techno a la vez, y uno al cerrar los ojos se imagina la pista de baile, las luces estroboscópicas y la bola disco en llamas.
https://youtu.be/BlCqT88iHAo
Hasta un hip hop genérico en Check This Out:
https://youtu.be/QsxNeO7_7Gw
Pero curiosamente el tema que más destaca en todo el disco no es uno que aparezca en ninguna parte del juego, sino que un track original creado solo para Killer Cuts. Su nombre es The Way You Move y comienza igual que The Instinct, pero solo por algunos segundos. Todo se mantiene normal hasta que una voz femenina nos dice "It's the Way You Move", y la canción pasa a full modo bailable.
Un extraño experimento pero que se convirtió en lo más reconocible de Killer Cuts.
https://youtu.be/t5ebAvks9ig
Solo hay unas 200 mil unidades de este disco, el cual luego fue revivido en la versión renovada del juego que salió para Xbox One. Pero el sonido de Killer Cuts es uno que llegó a poner casi por un momento a la saga de Rare por sobre el invencible Mortal Kombat. Pero solo por poco.