El reciente reporte que reveló que los libros infantiles de Roald Dahl fueron reescritos para eliminar al lenguaje considerado como ofensivo ha generado múltiples reacciones, pero quizás una de las más llamativas aquella que saca a colación una apropiada rutina del comediante George Carlin.

Como parte de un especial de HBO llamado “It’s Bad For Ya” (Es malo para ti) lanzado en marzo de 2008, el cual fue el último especial de stand-up realizado por Carlin antes de su muerte, el comediante abordó una sección llamada “los padres profesionales” que plantea una mentira que cataloga como la “devoción por la infancia”.

“Hablando de los padres y hablando de mentiras, dos ideas que por cierto no se excluyen mutuamente, me gustaría mencionar un tipo de mentira especial que se ha asentado en este país en los últimos 30 o 40 años. Es una forma de mentira que solo puede llamarse: devoción por la infancia”, planteaba Carlin en su especial.

A grandes rasgos, se trata de una “excesiva devoción por los niños” por parte de “padres profesionales”, “huele pañales” que “se exceden planificando y controlando a sus hijos y les roban sus infancias hasta en el sencillo acto de jugar”.

En esa línea, y bromeando sobre la simpleza perdida de los juegos en favor de actos planificados, Carlin también apuntaba sus críticas contra la escuela primaria “en donde le dejarán jugar al corre que te pillo porque fomenta la victimización. No te dejarán jugar a las quemaditas porque es excluyente”.

El comediante también apuntaba hace más de 15 años al hecho de que a los niños no se les deje perder. “En el Estados Unidos de hoy, ningún niño pierde nunca. ¡Ya no hay perdedores! ¡Todos son ganadores! No importa cuál es el juego, deporte o competición. Todos ganan, todos reciben un trofeo, nadie es un perdedor. Ningún niño llega a escuchar esas palabras tan important5es que forman al carácter: ¡Eres un perdedor Bobby!”, bromeó.

Lo último fue el segmento que inevitablemente sale a colación a propósito de la polémica sobre los cambios realizados a los libros de Roald Dahl. En dichos cambios, las descripciones de personajes, como la del “gordo” pero ahora “enorme” Augustus Gloop, fueron modificadas para que “todos los niños sigan disfrutando de las maravillosas historias y personajes”

Puedes ver el segmento a continuación, en donde también habla de cosas como el movimiento de autoestima y la idea de que “todos los niños son especiales” o que son “el futuro”.