Es moda burlarse de las traducciones que por este lado del mundo no nos parecen apropiadas. A todo gas. La jungla de cristal. Onda vital. Pero Star Wars no es ajena a esta situación.

A propósito de que en España se instaló la necesidad de traducir todo, como herencia del franquismo, en Latinoamérica se instaló la idea de que en el país del Viejo Continente se llevó a cabo una absurda traducción de los nombres de los personajes de la saga creada por George Lucas.

Tras el estreno en 1977, todo esto surgió a partir de una revista que instaló particulares versiones para los nombres de algunos personajes.

Luke Skywalker se convirtió así en Lucas Trotacielos

Chewbacca fue Mascatabaco

C3PO era Trespo

Y R2D2 quedó en Artu-rito

Pero también estaban "Dar Vader", Tío Oven en vez de Obi Wan Kenobi, la Estrella Mortal, el Halcón Milenio o el planeta Tatuín.

No obstante, el origen no es España.

La revista fue publicada en Colombia, por la editorial Norma, y entregaba "una narración basada en la película de George Lucas". Esta luego dio pie al uso de aquellos nefastos nombres en un especial de televisión que fue emitido en México.

Sin embargo, los nombres no quedaron de forma oficial por mucho tiempo, al menos no al nivel de traducción como la de "Bruno Díaz" para el personaje de Batman, y en la cultura popular solo quedó como residuo por un tiempo el calificativo de Artu-rito.

El otro dato freak de este libro es que también aparece una escena eliminada que incluía a Biggs, el amigo de Luke que se une a la Alianza Rebelde y que muere durante la gran batalla en "la Estrella Mortal".

Él amigo que era una inspiración para "Lucas Trotacielos".