Antes de entrar en materia, esto requiere una clara advertencia:
AQUÍ HAY SPOILERS.
A continuación conocerán detalles de lo que sucede en el más reciente número del cómic publicado en Estados Unidos, que ya está disponible en Comixology.
Están advertidos si siguen leyendo a partir de este punto.
The Walking Dead #165 presenta un escenario cuesta arriba para los personajes, que durante los últimos números han debido hacer frente no solo a sus enemigos humanos, sino a la verdadera infestación de zombies que los acecha.
Por un lado, Rick y Negan están atrapados en Alexandria, rodeados por muertos caminantes, por lo que deben colaborar para salir con vida. Pero el gran foco del número está en Andrea y Eugene, quienes lideran un equipo para alejar a la horda de muertos vivientes.
En ese contexto, uno de los puntos más relevantes radica en el hecho de que la suerte ha acompañado hasta ahora a los personajes, ya que por una u otra razón, han logrado esquivar los mordiscos y también las balas.
Pero eso cambió en este número. Mientras los personajes implementan todos los procedimientos para abordar el peligro de la gigantesca horda de muertos caminantes, y la naturaleza ayuda bastante a la hora de detenerlos, Eugene y Andrea se ven encerrados en una situación límite de la que salvan con suerte, en medio de una lluvia de disparos para disipar a los muertos. Logan avanzar, pero no intactos.
Y es que esta es la última viñeta del número, con un disparo directo a la yugular:
No hay casi ninguna forma de que Andrea, un personaje que se mantuvo con vida desde The Walking Dead #2 y que se transformó en la pareja estable de Rick, siga con vida después de esto. Está destinada a seguir los pasos de su contraparte televisiva, que murió hace un par de años.
Por eso mismo la portada de The Walking Dead #167 cobra un nuevo significado.