La música sigue elevando a la humanidad en el post-apocalipsis de The Last of Us
El tercer episodio de la serie se tituló en honor a la canción “Long Long Time” de Linda Ronstadt, aunque no fue el único tema utilizado en el capítulo.
Los primeros episodios de The Last Us, en medio de la recepción favorable tanto de la crítica como de la audiencia, han tenido un componente en particular: la música.
Diversas canciones, como “Never Let Me Down Again” de Depeche Mode, han resonado para dar algo de luz en medio de toda la oscuridad desesperanzada del post-apocalipsis planteado por la adaptación del videojuego.
Asimismo, las canciones también han formado parte de la propia historia, ya que Joel y Tess lo utilizaban como parte de un sistema de alerta en sus trabajos de contrabando. Por ejemplo, si escuchaban una canción de los ochentas, aquello solo implicaban problemas.
Ahora el tercer episodio, titulado “Long Long Time”, abordó precisamente ese último punto al introducir a dos personajes surgidos directamente del videojuego, el sobreviviente paranoico Bill (Nick Offerman) y el vagabundo solitario Frank (Murray Bartlett). A grandes rasgos, la serie plantea una historia original, que se desvía de lo visto en el videojuego, y que termina siendo igual de agridulce que lo planteado en la consola Playstation. Sin embargo, también termina siendo mucho más esperanzadora.
En ese sentido, Bill desarrolla una relación con Frank en medio del apocalipsis, dando pie a la definición de un código con las canciones para comunicarse con Joel (Pedro Pascal) y Tess (Anna Torv), con quienes contrabandean insumos desde la zona de cuarentena de Boston. Pero un par de canciones también son relevantes.
De partida, en medio del desarrollo de la relación entre Frank y Bill, este último utiliza un piano para interpretar la canción “Long Long Time” de Linda Ronstadt, lanzada en 1970 y parte de su segundo álbum de estudio llamado “Silk Purse”. Una canción que le permitió a Ronstadt ser nominada al Grammy como mejor interpretación vocal femenina contemporánea en 1971 y que, al final del episodio, se escucha en el automóvil que utilizan Joel y Ellie (Bella Ramsey).
Durante el episodio también se escuchan canciones como “I’m Coming Home To Stay” de Fleetwood Mac, cuando Bill está creando su fortaleza solitaria, y “White Room” de Cream, la cual surge en medio de la situación solitaria de Bill cuatro años después de la crisis pandémica.
Adicionalmente, la instrumental “On The Nature Of Daylight” de Max Riochter, como ya suele suceder, comienza a escucharse en un momento melancólicamente emotivo durante una escena de muerte.
Claro que dicho tema ha sido abusado hasta el cansancio en películas como Stranger than Fiction (2006), Shutter Island (2010), Disconnect (2012), Jiro Dreams of Sushi (2012), The Face of an Angel (2014), The Innocents (2016) y Togo (2019), entre muchas otras. Claro que su mejor uso fue sin duda en Arrival (2016), lo que debería invalidar su uso en cualquier otra producción. Pero quizás lo mejor sea dejárselo pasar a The Last of Us, ya que el último episodio fue demasiado bueno como para cuestionar una nimiedad. Mal que mal, “On the Nature of Daylight” funciona más allá de lo trillado de su uso.
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