La música de John Williams definió a Star Wars desde la primera película de la saga. Y en “El Imperio Contraataca”, que llegó a los cines hace 40 años, su pieza más relevante sin duda alguna fue “La Marcha Imperial”.
Para el trabajo musical en aquella emblemática producción, John Williams y la London Symphony Orchestra fueron parte de múltiples sesiones de grabación en los estudios Anvil, en Denham, una localidad ubicada en las cercanías de Londres. También se llevaron a cabo grabaciones en los estudios EMI, en Abbey Road.
En total, la misión fue grabar 108 minutos con decenas de músicos que estaban completamente afiatados según las propias palabras del compositor, pues en la orquesta trabajaban juntos las 52 semanas del año.
“Durante las grabaciones de esta banda sonora, el número de intérpretes varió dependiendo de la música que se interpretaba. A veces teníamos 80 músicos, otros días más de 90 y, para los pasajes más elaborados y el final contamos con el complemento completo de 104”, explicó John Williams según consta en el libro “Cómo se hizo Star Wars: El Imperio Contraataca”.
Según el compositor, la Marcha Imperial, que también es conocido como “el tema de Darth Vader”, es “una pieza de música marcial orquestada dramáticamente que personifica no solo a Vader, sino a las mismísimas fuerzas imperiales”. Y claro, para muchos ese tema se ha vuelto sinónimo de la personificación del mal en el cine.
“La música es la parte más divertida de hacer una película, especialmente con John, porque la música siempre termina siendo perfecta. Es fácil trabajar con él si necesitas cambiar cosas y suena de manera brillante. Es una experiencia realmente estimulante todo el rato. Fue como: ¡Cielos, no creí que pudiera mejorar la primera, pero creo que lo ha conseguido!”, postuló George Lucas sobre el trabajo del compositor según consta en el mismo libro.
En ese sentido, sin duda que la “Marcha Imperial” es perfecta. Lo es desde que la escuchamos por primera vez a los 19 minutos de la película, una vez que Darth Vader aparecer luego de que los rebeldes se dan cuenta que han sido detectados en el gélido planeta por el enemigo.
A partir de ahí, su instrumentalización se vuelve una constante en la saga, ya sea para ser incorporado en otras piezas musicales (Como “Asteroid Field”) o para marcar momentos tan claves como la propia redención de Anakin Skywalker. De ahí que es uno de los leitmotiv más importantes de la historia del cine, pues expertos como la musicóloga Irena Paulus establecen que el objetivo de Williams siempre es “definir la sustancia de la película y ayudar a todos los demás elementos a funcionar como propiedad”.
La marcha fue parte de las precuelas, como un presagio de la sombra que poco a poco gana fuerza, mientras que en la trilogía final es un retazo de aquello que aún no se extingue en la galaxia, ya sea por el peso de Vader sobre Kylo Ren o la propia lucha interna de Rey
Pero su uso en “El Imperio Contraataca” no tiene parangón, ya que es ahí en donde cobra más significado, en el contraste de un Imperio que está peor que nunca pese a la destrucción de la Estrella de la Muerte y un grupo de rebeldes que solo intenta escapar.
Y que sea tan exitoso responde directamente al método de trabajo de John Williams:
“A veces los temas surgen dolorosamente tras hora de sostener la cabeza entre las manos ante mi piano. Los días pasan y pienso que nunca van a llegar. Entonces me siento al piano y de alguna manera aparece en mi cabeza; tras dos semanas de frustración, aparece de la nada”, explicó. “Otras veces puedo pensar en un tema para un personaje y me sale de inmediato. Es un proceso extraño, misterioso y frustrante, casi imposible de describir”
Y tampoco se puede describir cómo “La Marcha Imperial” suena aunque no la escuchemos. De hecho, puede estar resonando en sus cabezas en este preciso momento.