Una investigación periodística. Un edificio aduanero que esconde un secreto. Un encuentro fortuito que da pie al hallazgo de una obra de arte relacionada con un gran robo realizado durante las dictaduras de Sudamérica. Esos son los componentes que marcan el comienzo de “Una aventura de Georgina Remi: Bajo el ala del cóndor”, un nuevo cómic publicado recientemente por Planeta Cómic que representa una colaboración entre dos autores que buscaron albergar una historia en un lugar reconocible y dar un final feliz que no existió en la realidad.

Escrito por el uruguayo Rodrolfo Santullo y dibujado por el chileno Gonzalo Martínez, esta aventura de la reportera Georgina Remi se instala como un viaje por tres países - Argentina, Uruguay y Chile - para dar con una intriga inspirada por los personajes tétricos de la Operación Cóndor, y los ciudadanos que se beneficiaron de las dictaduras militares, para imaginar una carrera contra el tiempo en base a un hecho puntual: el robo que afectó al Museo de Bellas Artes de Buenos Aires en diciembre de 1980, considerado como el mayor robo de cuadros en la historia argentina.

En base a ese hecho, Georgina Remi, la audaz periodista que comienza a darse cuenta de que su hallazgo está conectado con el millonario hurto de obras de autores como Goya y el Greco, inicia un viaje que la lleva a confrontarse con la gente que se benefició de los régimenes que pintaron a los países con su tinta sangrienta.

Y en conversación con Mouse, tanto Rodolfo como Gonzalo abordaron el proceso creativo que los llevó a desarrollar este cómic.

- ¿Cómo conocieron la historia real detrás del cómic? Porque hay un hecho puntual que inspira a esta historia, pero ¿cuál fue su primer acercamiento?

Rodolfo Santullo: Eso fue culpa mía, yo vengo haciendo historietas históricas desde hace mucho tiempo, desde mis primeros libros en el 2005, 2006, así que mi gusto por lo histórico siempre está presente, sobre todo para esto: que haya un hecho que sirva de puntapié para luego hacer una ficción. Eso hace que yo siempre esté normalmente atento a distintas historias, anécdotas... y en algún momento alguien me contó del robo al museo en la Navidad del 80, ejecutado por Aníbal Gordon, un personaje siniestro, si los hay.... Y en eso quedó, anotado en un cuadernito, guardado.

Cuando yo le propongo a Gonzalo hacer algo, que nos ponemos a conversar sobre qué nos gustaría hacer juntos... él me dice que tiene que ser algo que incluya personajes que recorran Latinoamérica, ‘contar algo nuestro’ me dice él. Y me acordé que tenía esa anécdota guardada por ahí y que podía ser el puntapié de partida de una historia que fuera como la amalgama, como el pegamento de la ficción que venía después.

- Y a ti Gonzalo, ¿Qué fue lo que te atrajo de esa historia del museo?

Gonzalo Martinez: Mi relación con Rodolfo es muy poco habitual. Yo en general tenía la política de trabajar solo con amigos, porque los amigos entienden lo que a uno le gusta... Esa cosa del guionista que entrega un guión a un dibujante está bien para los sistemas de trabajo por encargo, pero en el trabajo por autor, para mi es muy importante que estemos muy en sintonía.

Entonces, yo conocía el prestigio de Rodolfo, pero no lo conocía personalmente. Nos habíamos encontrado en una conversación online en FIC (Feria Internacional del Cómic de Santiago) hace dos años... y cuando Rodolfo me propone esto, ni lo pensé. Es como si me hubiese leído el pensamiento. Telepatía, la cuestión... porque son justo los temas que me interesan: un personaje que recorre ciudades nuestras y a mi me importa mucho hablar de nuestra cultura, pero sin caer en la cosa folclorista. Entonces la propuesta de Rodolfo, cuando me la planteó, enganché inmediatamente.

Viñetas de "Una aventura de Georgina Remi. Bajo el ala del cóndor".

- En el cómic de forma media jocosa se habla de películas, se habla de música, ¿Cuáles fueron las influencias para ustedes a la hora de hacerlo?

Rodolfo Santullo: Bueno, Tintin debe ser la primera. Es más, Tintin, yo te diría que ya cuando nos pusimos a charlar con Gonzalo, cuando nos conocimos en persona y todo, Tintin salió como nada. No te digo que sea como el referente, porque nuestra historia tiene otro ritmo y otro formato, pero sí la idea del periodista que toma la punta de una madeja y va tirando y eso lo lleva de un país a otro. Eso me parece que sale de Tintin, primero que nada.

Y lo de las referencias cinematográficas es porque yo soy muy cinéfilo y me pareció que el juego que hacen al principio [una trivia de películas] es un juego con el que yo he atormentado a un amigo alguna una vez y después me pareció gracioso, como aparece un personaje particular [inspirado en el escritor Francisco Ortega], que conozco su gusto muy intenso por el rock progresivo, me pareció muy gracioso que la pobre Georgina tuviese una cucharada de su propia medicina cerrando el libro.

Gonzalo Martínez: Esta cosa de persecuciones, de carreras en auto, es también muy de esa historieta y de lo vertiginoso de la historieta de Tintin. En general, no sé si me ha influido, porque lo que yo hago no es así, pero en este caso particular me sentí muy feliz de hacer esas carreras, esas persecuciones, de dibujar mucho auto, dibujar un Renault 12 que es un auto hecho en Argentina. En el fondo hablar de nuestra cultura, de esta cultura que compartimos los latinoamericanos y en el Cono Sur principalmente.

- Y Rodolfo, ¿Cómo definirías a Georgina? ¿Por qué la hiciste periodista en una historia detectivesca como esta?

Rodolfo Santullo: Te diría que fue por verosimilitud, porque por lo pronto si me paro en Uruguay, detective privado acá no hay. Los detectives hacen divorcios, estafas contables, no es el tipo de aventura que uno tiene al detective privado en mente. Es el estereotipo de otro hemisferio. En cambio, yo creo que el periodista de investigación tiene las herramientas, la red, los contactos, armados de manera tal que le permitiría hacer esto que hace Georgina y que sea creíble.

Me pareció que, justamente, porque yo me dedico a hacer mucho periodismo, no de investigación, periodismo cultural, hago reseñas cinematográficas y de libros, pero me parece que es un lindo oficio para un protagónico, sobre todo porque conoce a alguien que tiene el dato, lo lleva, que tiene el contacto en cada lugar.

Viñetas de "Una aventura de Georgina Remi. Bajo el ala del cóndor".

Y Gonzalo, por tu parte, en el cómic hay muchas locaciones de Sudamérica, ¿Cómo fue para ti abordar eso? Obviamente para mi como chileno reconocí al tiro los lugares de Santiago, pero también hay locaciones de Montevideo, de Buenos Aires. ¿Cómo fue para ti trabajar eso?

Gonzalo Martínez: Es un tema que a mi me interesa. Siempre. Si piensas en las historietas de ‘Quique Hache’, ya está ahí Santiago, Concepción. Cuando hicimos ‘Temple’ fuimos a Colombia. Yo creo que esa es otra de las influencias, entre Tintin, Themo Lobos, Jiro Taniguchi, que es gente que busca ambientar, de la manera lo más naturalista posible, para que el lector, creo porque es lo que me pasó a mi, se pueda identificar, se conecte con la historia. Le da cierta verosimilitud a la historia saber que esos personajes están corriendo en lugares que son reconocibles.

Me voy a alargar si me dejas, pero cuando vi ‘Se Arrienda’ de Alberto Fuguet, a mi me gustó mucho esa película y me compré el DVD para regalo, pero la vi antes y vi los extras, y en estos Alberto decía: ‘Hay tantos lugares en Santiago para contar historias que me quedé corto, hay un montón de cosas que desechamos, porque Santiago está lleno de lugares’. Y a mi, esa idea de que las ciudades tienen lugares que albergan historias, a mi me fascina.

Creo que también hay una influencia de Jacques Tardí,. Me acuerdo que cuando Tardi estuvo en Santiago, estábamos caminando y pasamos por un edificio antiguo en la calle Catedral y Tardi vio un par de ventanas y dijo: ‘Ahí hay una historia’. Esas típicas ventanas en donde está la bicicleta en el balconcito chico y hay ropa colgando; Ahí hay una historia, decía. Eso me gusta mucho, de albergar historias en lugares reconocibles.

- Volviendo un poco al tejemaneje que hay detrás de la historia... obviamente está el tema de las dictaduras de Sudamérica, los negocios sucios, la gente que se benefició de ellos. ¿Cómo fue para ustedes trabajar ese entramado, pero trayéndolo a un contexto de ahora? Teniendo en cuenta que mucha gente no pagó, usufructuó, pasó piola como decimos acá en Chile

Rodolfo Santullo: Dentro de todo lo que pasó en el Plan Cóndor y las dictaduras, claramente el robo de unos museos califica muy bajo dentro de los espantos que hicieron y claramente en la balanza no es lo que más importa. Sin embargo, hablando con Gonzalo, y esto fue algo que se fue gestando a medida que fuimos trabajando, la idea de que en el mismo marco, amparados por el mismo plan, encima tuvieron el tupé de robarse unas obras de arte que son valiosísimas para la humanidad y que nunca más las vamos a ver. Nunca más vamos a ver esas pinturas, esa docena y media de pinturas, desaparecieron para nunca volver.

Entonces, un poco a la usanza de lo que hace Quentin Tarantino en ‘Erase una vez en Hollywood’: cambiar la historia para que sea una victoria pírrica así sea en la ficción. Permitirnos nosotros que haya un final distinto. Ya que no va a pasar en la historia, bueno que pase en la historieta que es en donde nosotros podemos hacer lo que tengamos gana. Me parece que un poquito esa búsqueda de justicia es lo que subyace en la historia que nosotros hicimos. Como unas cosas que pasan ahí, nosotros logramos que tengan un final diferente que tienen en la vida real.

- Finalmente, en el cómic, arriba, dice: Una historia de Georgina Remi. ¿Tienen planes para más aventuras?

Gonzalo Martínez: Definitivamente que sí. Es más: aprovechar otras ciudades. Ir a Lima, nos encantaría... hay que ver cómo le va al libro, que se den las condiciones. No sé, el libro está recién salido y hay que esperar qué pasa con el... pero también los libros tienen su vida y puede que nos lleve para otro lado, pero sí. A me me gustaría hacer otra aventura de Georgina Remi. Otras.

Rodolfo Santullo: ¡Las que se puedan!

“Una aventura de Georgina Remi: Bajo el ala del cóndor” ya está a la venta en librerías y tiendas especializadas de cómics.