Habitualmente llegan a nuestra mensajería. Son las cadenas que prometen concretar algo, sea lo sea, por compartir una imagen. Es un gancho que garantiza la viralización, bajo la promesa de estar haciendo lo correcto.
El más reciente caso a nivel mundial involucra a Ana, una pequeña niña brasileña de cuatro años que sufre leucemia.
Pero mientras sus familiares iniciaron una campaña para aumentar las donaciones de sangre en el recinto hospitalario Erasto Gaerner de la ciudad de Curitiba, en países como México y España se ha comenzado a hacer otro tipo de iniciativa, que promete donar un peso por cada vez en que se comparte la imagen en WhatsApp. También se ha replicado en Facebook.
A grandes rasgos, y potenciada por esta idea en que muchos usuarios no dudan de la veracidad de un mensaje compartido a través de la red, la imagen viral realiza un llamado a que los usuarios a entregar la ayuda. Pero aunque el objetivo es loable, en realidad no sirve de nada.
Según la madre de la menor, en conversación con Verne de El País, los familiares no piden dinero para el tratamiento que se extenderá por dos años y tampoco están tras la campaña viral que ha llegado a Latinoamérica y España. Lo que piden es que la gente asista al centro asistencial, para que donen sangre y plaquetas.
Desde la época de las cadenas de Hotmail, las campañas y mensajes falsos han proliferado. Algunas intentan provocar engaños al más puro estilo de un cuento del tío, como la campaña nigeriana de un banco que promete entregar dinero, o otras simplemente dan pie a que se reproduzca información caza bobos.
Recientemente, en México, Argentina y otros países también se comenzó a reproducir en WhatsApp un mensaje que prometía cerveza gratis (¡¿Dónde?!), promocionando un link peligroso que pone en riesgo a los equipos.
En Argentina, en tanto, se multiplicó un viral sobre un falso virus llamado "El Regreso de Cristina", que afiliaba automáticamente a la agrupación política de "La Cámpora".
Aunque algunos engaños son muy evidentes, hay gente que sigue cayendo.
El problema es que debido a que los mensajes en el servicio de WhatsApp son cifrados, es imposible identificar el origen. Por eso quizás la mejor recomendación es desconfiar siempre.
Y si realmente quieren a ayudar a la pequeña Ana, y a todas las problemas que padezcan un problema como ella, vayan a donar sangre. Generalmente organizaciones como la Cruz Roja tienen la información. Ese es el caso para donar sangre en España, para hacerlo en México o también en Chile.