Si uno se deja guiar por las impresiones de Internet, Star Wars: The Last Jedi fue sin duda un episodio divisivo dentro de la saga de La Guerra de las Galaxias.
Por un lado, las críticas y la recaudación de la película se contraponían a todo un movimiento digital que se dedicó a atacar a la película y de manera personal a su director Rian Johnson.
Desde peticiones para crear un corte de la película sin Rian Johnson hasta ataques orquestados contra los actores y actrices de la cinta, The Last Jedi fue una de las películas que recibió, para muchos de manera injustificada, gran parte de la ira de la fanaticada que salió decepcionada de la sala de cine.
Una fanaticada furibunda que, al parecer, no estaba motivada solo por sus gustos, sino que también por sus posturas políticas, según reveló un estudio de la Universidad del Sur de California hecho por el instigador Morten Bay.
El paper, titulado "The Last Jedi y la politización estratégica de la cultura general a través de la manipulación de las redes sociales", muestra que del total de tweets analizados, solo un 21,9% eran negativos, lo que habla, en primer lugar, de una sobre representación de las posturas negativas en las redes. Pero lo que es aun más interesante es que, del total de tweets negativos, el 50,9% estaban motivados políticamente o bien eran bots rusos, creados con la intención de generar una discusión artificial en torno al tema.
Por lo que, en realidad, los tweets de fans que legítimamente estaban decepcionados de la película no son más que el 10% del total de mensajes analizados, una nueva muestra de que en internet avatares vemos, pero intenciones no sabemos.