Hay personas que llevan el ritmo en la sangre. Que con su baile irradian alegría y contagian felicidad. Que son, en resumen, el símbolo de un buen momento.
Y en medio de un show que hizo bailar a toda la Quinta Vergara, una sencilla mujer le ganó a todos los rostros, enfocados hasta el cansancio, para reflejar lo mejor de la presentación de Jamiroquai: esa música ante la cual es imposible quedarse quieto.
Fueron sólo segundos, pero su imagen conquistó a los televidentes, mientras quienes rodeaban a la "abuelita Jamiroquai" aplaudían sus movimientos.
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