Avengers: Infinity War será un éxito de recaudación, y probablemente romperá récords, cortesía de la convocatoria que genera la inédita interconexión que gestó Marvel Studios para armar su universo cinematográfico de superhéroes.
En total, 18 películas han dado pie a que lentamente se cocine la expectativa de una audiencia que comenzó a vislumbrar el plan desde aquella escena post-créditos que anunció una iniciativa vengadora. Es ese mismo público que ya está cautivo con todo lo que sucede en torno a Iron Man, el Capitán América, Thor, The Hulk, Black Widow y compañía. No solo eso, 12 entregas han llegado a la pantalla grande desde que Thanos sonrío de medio lado por primera vez, dando el primer guiño de su inminente ataque a La Tierra. Y eso es lo que se viene ahora.
Aún así, el propio esquema franquiciado de la subsidiaria de Disney puede dar pie a un elemento no menor: que Avengers: Infinity War termine siendo solo "una película puente". Es decir, que se preocupe de armar el futuro en vez de valerse por si misma, tratándonos más como clientes cuyas entradas están aseguradas para lo que se vendrá en 2019.
Lo peor que puede suceder, entonces, es que todo lo que presente en su metraje solo busque pavimentar lo que se vendrá el próximo año en The Avengers 4.
Tengan en cuenta que el concepto de "películas puente" se ha instalado en los últimos años en gran parte de las franquicias que anuncian un final de antemano, poniéndole fecha futura a proyectos que culminarán realmente la historia. El problema es que generalmente esas sagas aún tienen una película previa en carpeta, que inevitablemente pierde relevancia en el camino.
Quizás el mejor ejemplo de este tipo de producciones sea la primera parte de Las Reliquias de la Muerte, probablemente la peor película de la última etapa de la saga de Harry Potter, pero la propia Marvel no ha estado exenta de ese tipo de películas.
Aunque en el camino lograron ingeniárselas para no caer con Capitán América: El Primer Vengador, por ahí sí estuvo Iron Man 2, una película que solo se preocupó de armar The Avengers. Más aún, también estuvo otro de los grandes ejemplos en este apartado, Avengers: Age of Ultron.
Por si no lo recuerdan, aquella película llegó al cine con una gran sombra, pues a Marvel Studios no se le ocurrió nada mejor que anunciar antes de su estreno que posteriormente se vendría "la Guerra Civil". Ese solo hecho le quitó relevancia a su producción, instalándola más como algo que solo servía para cruzar al otro extremo del río.
El hecho de que The Avengers 4 fuese anunciada con anticipación al estreno de esta película, y que sepamos que la historia realmente concluirá ahí, le quita en la previa algunos bonos a Infinity War. Está claro que Doctor Strange perderá su gema y que La Visión caerá, porque Thanos tiene que hacerse de todo el guantelete del infinito y para allá va la historia. Todo eso es consecuencia inevitable del negocio de las franquicias y no se necesita leer cómics para especular sobre lo que se viene.
Lo que suceda en el camino es la gran interrogante, pues queda el espacio para preguntarse si, por ejemplo, realmente puede morir Steve Rogers como tantea uno de los tráilers, cuando todos saben que por contrato a Chris Evans le queda una película más.
Todo esto no quiere decir que en Avengers: Infinity War no vayan a suceder cosas importantes, pero está la duda de si estos sucesos serán relevantes para que la película se valga por si misma y no quede reducida a un mero teaser del plato de fondo.
La gran interrogante a la larga es si tendrán los cojones suficientes para salir del esquema franquiciado, pues lo más previsible como imagen final sería ver a Thanos apunando al cielo, haciéndose de todas o casi todas las gemas del infinito, cual Voldemort al final de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte – Parte 1.
Quizás por eso se abre el espacio para plantear que, aunque los hermanos Russo dirigieron la mejor película de este universo, en lo que fue Capitán América: El Soldado del Invierno, las necesidades corporativas son las que pueden dar pie a algo esquemático que deje en claro que lo peor realmente está por venir en The Avengers 4 y la guerra infinita fue solo un tentempié.
En definitiva, igual tengamos en cuenta que en la historia del cine hay grandes exponentes del concepto "película puente", como El Imperio Contraataca. En el pasado a Marvel Studios le costó no caer en lo esquemático a la hora de pavimentar su futuro, pero con los años se ha arrimado de mejor forma. Ahí están títulos como Thor: Ragnarok o Black Panther, mucho más independientes de la mitología central. De que hay espacio para creer que sí pueden evadir el error, lo hay, por mucho que en pantalla sea bien difícil manejar a los cerca de 30 personajes que aparecerán en esta superproducción.
Que aún no sepamos el título de The Avengers 4 también es un signo de que en Marvel Studios entendieron que primero tienen que poner todos sus huevos en la canasta de Infinity War, pero las experiencias previas y el propio factor que mueve al negocio, levanta la interrogante de si podrán evitar de que suceda lo peor que le puede pasar a esta película. Volverse irrelevante porque el próximo año llegará lo realmente relevante.