Remedy Entertainment, el estudio conocido por videojuegos como Alan Wake y Control, volverán al terreno de Max Payne.
La compañía anunció que llegó a un acuerdo con Rockstar Games, los dueños de la marca y quienes realizaron el tercer juego por su propia cuenta, para concretar los remakes de los dos primeros videojuegos de la franquicia que recibió múltiples elogios y fue una de las primeras en utilizar el efecto bullet-time popularizado por The Matrix.
Tanto Max Payne como Max Payne 2: The Fall of Max Payne fueron desarrollados por el estudio Remedy para Windows y Mac, teniendo además versiones en consolas como la Playstation 2 y Xbox.
“Nos emocionó mucho cuando nuestros viejos amigos de Remedy se acercaron a nosotros para rehacer los juegos originales de Max Payne”, dijo Sam Houser, fundador de Rockstar Games, en un comunicado. “Somos grandes fanáticos del trabajo que el equipo de Remedy ha creado a lo largo de los años, y no podemos esperar para jugar estas nuevas versiones”, explicó.
“Max Payne siempre ha ocupado un lugar especial en los corazones de todos en Remedy, y sabemos que los millones de fanáticos en todo el mundo sienten lo mismo”, dijo el CEO de Remedy, Tero Virtala. “Estamos muy emocionados de trabajar con nuestros socios en Rockstar Games una vez más para tener la oportunidad de traer la historia, la acción y la atmósfera de los juegos originales de Max Payne de vuelta a los jugadores de nuevas maneras”, remarcó.
El remake de ambos videojuegos se concretarán en un solo título que estará disponible para PC, PlayStation 5 y Xbox Series X/S. Además utilizarán su motor de juego Northlight utilizado en Quantum Break y Control. “El presupuesto de desarrollo del juego será financiado por Rockstar Games, cuyo tamaño estará en línea con la producción típica de un juego Remedy AAA. Según el acuerdo, Remedy tiene una oportunidad de regalías después de que Rockstar Games haya recuperado su desarrollo, marketing y otros costos de distribución y publicación del juego”, finalizó el comunicado.