En un punto, la excelente recepción a Mad Max: Fury Road dio pie a que Warner Bros. contemplase generar más película de ese mundo post-apocalíptico dirigido de forma brillante por George Miller.
Pero todo ese proceso está estancado, ya que el director ha impulsado una demanda en contra del estudio por las ganancias de la película que nos presentó una incesante carrera en el páramo controlado por Inmortan Joe.
La medida se impulsa en Australia, ya que Miller sostiene que Warner Bros. no le pagó un bonus millonario por el hit de acción. Según el director, debía obtener un bono de $7 millones de dólares si lograba que el presupuesto de la película fuese menor a $157 millones de dólares.
Pero aunque no logró su objetivo, Miller reclama que se le debe el monto, ya que el estudio provocó que el presupuesto se disparara por decisiones que implicaron cambios sustanciales y retrasos en la producción.
En tanto, el estudio informó a Deadline que "no están de acuerdo" con la queja y "vigorosamente nos defenderemos de estos reclamos" de parte del director, quien además sostiene que no se le informó que los costos adicionales estarían involucrados en los cálculos de presupuesto.
Otro problema entre ambas partes radica en el hecho de que Warner Bros. concretó un pacto con la productora RatPac Entertainment para financiar la película, pese a que su productora tenía un acuerdo para tener la primera opción de lograr esos recursos.
La medida de Miller se inició en septiembre, y Warner Bros. intentó que esta se moviese de Australia, pero la Corte Suprema de ese país determinó que el caso se litigue finalmente en el país.