Desde el año 2015, las calles de Tokio comenzaron a llenarse de pequeños y coloridos visitantes. Tal como si se tratara de un videojuego, turistas y habitantes de la ciudad se subían a bordo de un Go-Kart y, disfrazados como personajes de la serie de Mario Kart, se preparaban para conocer las calles de la ciudad de la manera más ñoña posible.

El servicio se llama MariCar y en los últimos años se convirtió en una de las principales atracciones de la ciudad, sobre todo para quienes viajaban desde el extranjero. Si hasta las estrellas de la WWE se subieron a estos coloridos y mágicos autitos.

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¿El problema? El uso de los personajes de Nintendo no estaba autorizado por la compañía, y a pesar de que el nombre MariCar toma las precauciones de no parecerse al del juego de Nintendo, las similitudes son demasiado evidentes. Esto, sumado a la cantidad de accidentes causados por muchos conductores extranjeros, no acostumbrados a la calles de Tokio, hizo que el servicio comenzara a crear una mala reputación para Nintendo, lo que motivó a la empresa a demandar a MariCar.

Una demanda que finalmente tuvo su sentencia, hecha por la Corte del Distrito de Tokio, la que ordenó a MariCar, que ahora se llama MariMobility a pagar 10 millones de yenes por compensación por concepto de imagen y a dejar de usar los trajes relacionados con Nintendo.

Esto no significa que el servicio tenga que dejar de operar, pero claramente sin los trajes de Nintendo -que eran arrendados por la compañía- el servicio pierde la mitad de su gracia.