Todo partió como una polémica sobre las diferencias de pagos entre actores y actrices de Hollywood. El caso en cuestión fue el de la cinta All The Money in the World de Ridley Scott, la cual sufrió un proceso de refilmaciones express, luego de que el director decidiera remover la participación de Kevin Spacey tras conocerse la denuncia en su contra por parte de otro actor que lo acusó de haberlo acosado cuando era un menor de edad.
Obviamente Ridley Scott no quería que su trabajo ni el de su equipo se viera dañado por la presencia de Spacey, así que optó por cambiar todas sus escenas por Christopher Plummer. Y dado que el personaje de Spacey es uno de los pilares centrales de la trama, esto significó volver a contactarse con los actores principales de la cinta, Mark Wahlberg y Michelle Williams.
Las refilmaciones se hicieron durante una semana, incluyendo el Día de Acción de Gracias, todo para poder tener lista la película para su fecha de estreno pactada para diciembre. Un esfuerzo extra que al parecer benefició más a algunos que a otros. Según reportó USA Today, Michelle Williams obtuvo menos de mil dólares por su trabajo grabando las nuevas tomas -se le pagaron 80 dólares por día-, Mark Wahlberg se embolsó una cifra de 1,5 millones de dólares por hacer el mismo trabajo.
Hay razones que podrían explicar la abismal diferencia de precio: se dice que el contrato de Wahlberg no contemplaba refilmaciones mientras que el de Williams, sí. Otros dicen que Wahlberg tenía que grabar más escenas. Y otros, que simplemente fue una mala negociación por parte de la actriz, a la que quizás le interesaba más eliminar la participación de Spacey.
Pero al parecer, la verdad es mucho más oscura que las teorías, esto porque nuevamente el USA Today publicó más detalles al respecto, señalando que Mark Wahlberg no sólo negoció un mayor sueldo para las grabaciones, sino que las ató a la elección del reemplazante de Spacey. Esto, porque Wahlberg tenía, por contrato, la posibilidad de aprobar o no a sus coestrellas, por lo que a pesar de que Scott ya había escogido a Plummer, Wahlberg amenazó con que no aceptaría al nuevo actor si es que no se le pagaba el millón y medio de dólares por adelantado.
Básicamente, Wahlberg tenía al estudio en la palma de su mano, y no le importó que como resultado de su condición la cinta fuera lanzada con Spacey de coprotagonista, lo que dañaría tanto la venta de entradas como la reputación de una película que buscaba nominaciones para la temporada de premios. Sabía que de todo este problema podía obtener una ganancia de más y la obtuvo. Y más encima sabiendo que tanto él como Williams son representados por la misma compañía.
Así es como el problema de Mark Wahlberg dejó de ser algo estrictamente de género, sino que también puso a prueba los valores y la moral del actor. Porque está bien, cada uno valora su tiempo de manera diferente y eso es aceptable, pero amenazar con no permitir las refilmaciones si no se le pagaba lo que pedía, y más encima, sabiendo que su compañera en pantalla recibiría menos del 1% de lo que se llevó, habla pésimo de Marky Mark, quien al parecer tuvo que haber sido el intérprete del avaro Paul Getty.