Un granjero de Grand Rapids, Michigan, Estados Unidos recientemente confirmó que la roca que por más de 30 años había utilizado como tope para una puerta era efectivamente un meteorito.

Según recoge Central Michigan University (CMU), el hombre que pidió mantener su identidad en secreto llegó hasta esa casa de estudio para solicitar a la geóloga Mona Sirbescu que analizara la extraña roca que obtuvo cuando adquirió su granja.

De acuerdo a lo relatado por el hombre, él adquirió la roca en 1998 junto con toda la granja. En esa instancia el anterior propietario del lugar le reveló que la gigantesca roca de apariencia extraña era un meteorito, pero como no había evidencia que avalara eso decidió mantenerlo por décadas como un tope de puerta y objeto curioso para que sus hijos llevaran al colegio.

Pero hace unas semanas, motivado por los últimos meteoritos captados en la zona, el hombre decidió acercarse a la CMU para solicitar un análisis de la roca.

Pese al escepticismo inicial, la científica Mona Sirbescu reveló que al ver la roca supo que "había algo especial" inmediatamente. Por lo que le solicitó a un colega que la examinara y así pudo determinar mediante un examen de fluorescencia de rayos X que la roca de verdad era un meteorito compuesto por hierro y níquel, con aproximadamente 88 por ciento de hierro y 12 por ciento de níquel, un metal que rara vez se encuentra en la Tierra.

Para confirmar con toda certeza su hallazgo, clasificarlo y registrarlo, Sirbescu cortó un trozo del meteorito, lo pulió y lo envió al Smithsonian Institution en Washington, donde se validó su concluisión.

"Lo que suele ocurrir con en estos casos es que los meteoritos pueden venderse y mostrarse en un museo o venderse a los coleccionistas y vendedores que buscan obtener ganancias", dijo Sirbescu.

En ese sentido, el mercado para los meteoritos va desde los 50 centavos el gramo hasta más de 5 dólares por la misma cantidad, todo dependiendo de la concentración de metales extraños de la roca. Por ejemplo, meteorito encontrado en Michigan tiene un valor estimado de 100 mil dólares por sus casi 10 kilos. 

En estos minutos, el Smithsonian está considerando comprar el meteorito para exhibirlo, pero si no logra llegar a un acuerdo para comprar la roca entera, ya aseguró que el trozo que fue enviado para su análisis permanecerá en su colección.

Tanto el dueño de la roca, como Sirbescu y el Smithsonian acordaron llamar por ahora Edmore a este meteorito y ex-tope de puerta.

Puedes revisar la historia completa del meteorito contada por la geóloga tras la investigación en el siguiente video:

https://youtu.be/LMQbk1Rcnvs