Anteriormente se reportó que debido a una de las últimas actualizaciones de Windows 10 surgió un problema al ejecutar juegos que provocaba caídas de fps y rendimiento. Ahora, Windows al parecer tomó cuenta del asunto y publicó una solución al respecto.

En una página de soporte de Windows, identifican que “un pequeño subconjunto de usuarios ha notificado un rendimiento inferior al esperado en los juegos después de instalar esta actualización, haciendo referencia al parche KB5001330, aunque problemas similares se arrastran desde la actualización anterior KB5000842. Hasta ahora, la única forma de enfrentar el problema había sido desinstalar las actualizaciones.

Según Microsoft, la solución ahora viene de la mano de una reversión de Known Issue Rollback (KIR), una función de Windows que detecta problemas causados específicamente por los parches de sistema y devuelve el sistema operativo a un estado funcional. El arreglo sería automático, pero advierten que puede no ser inmediato y recomiendan reiniciar el sistema para contribuir a su implementación.