La feria E3 no sólo es un gran momento de anuncios y sorpresas para los que nos gustan los videojuegos, sino que también un extraño momento en donde las tres marcas más grandes de la industria -Nintendo, Sony y Microsoft- se ven las caras compartiendo el mismo techo para competir cara a cara para ver quién tuvo los mejores anuncios.
Pero este año, las cosas serán un poco diferentes, gracias a que Microsoft y su marca Xbox se mudarán desde el Centro de Convenciones de Los Angeles hasta el Microsoft Theater, que si bien queda a un par de cuadras del epicentro de la E3, significarán grandes cambios en la forma con la que se vive el evento. Ahora, el Teatro de Microsoft será la casa no solo de la Conferencia anual de Xbox, sino que también de nuevas actividades denominadas Xbox FanFest, además de las tradicionales demos de juegos que los asistentes al evento podrán probar.
Este sitio actuará como una suerte de extensión del E3, a diferencia de lo que hace Electronic Arts, quienes también decidieron irse del Centro de Convenciones de la E3, pero también dejaron de formar parte del evento, para ofrecer una experiencia propia llamada EA Play.
Dentro del salón principal del E3, Microsoft sólo tendrá presencia con Mixer, su plataforma de streaming de juegos y nada más.
Una decisión que si bien le servirá a Microsoft para potenciarse como marca, y algo que beneficiará sobre todo a los fanáticos de Xbox, llega para quitar algo de la mística que significa el E3, el cual al parecer está condenado a dejar de ser un evento de comunidad entre empresas y cada vez está tendiendo más hacia la separación de espacios hechos para fanáticos y no para competir.