En una presentación interna de Microsoft realizada en junio de 2022, y que ahora se filtró a partir de la discusión por la adquisición de la compañía de videojuegos Activision, se ha revelado un gran objetivo del gigante tecnológico: trasladar Windows a la nube tanto en el ámbito comercial como en el de los consumidores.
Aprovechando la experiencia previa de Windows 365, que por ahora está delimitada a clientes comerciales para entregar una versión completa de Windows vía streaming, la idea de trasladar el sistema operativo a la nube es vista como una oportunidad a largo plazo para ofrecer “servicios mejorados basados en inteligencia artificial y una experiencia digital fluida”.
En los documentos también se deja claro que Microsoft necesita concretar asociaciones tecnológicas que potencien los trabajos en la nube, por lo que la compañía estaría considerando diseñar sus propios procesadores basados en ARM, para servidores y dispositivos Surface, e inclusive desarrollar chips de inteligencia artificial propios.
También los documentos plantean que Microsoft necesita “reforzar el valor comercial de Windows y responder a la amenaza de los Chromebooks”, por lo que ven el desarrollo de su sistema operativo en la nube como una oportunidad para concretar ese objetivo.
Consideren que Microsoft ya ha avanzado en toda esta tarea con diversas iniciativas, incluyendo a Windows 365 Boot, la cual permitirá que los dispositivos con Windows 11 inicien sesión directamente en una instancia de PC en la nube en lugar de utilizar la versión local de Windows.