Microsoft confirmó que existe una vulnerabilidad en la seguridad de Internet Explorer y que ya se encuentra trabajando en un parche para solucionarlo y también ha notificado al Departamento de Seguridad Nacional estadounidense.

El bug ya ha sido utilizado para ataques específicos limitados en Internet Explorer 9, 10 y 11. Esta vulnerabilidad permite a los atacantes corromper la memoria del lenguaje del motor del navegador y permite que el intruso use un código arbitrario con los mismos permisos que el usuario, permitiéndole "secuestrar" toda la información y datos de una computadora.

Si bien el problema no es tan grave como el de Mozilla Firefox o el de Windows 10, también ocurridos este mes, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos hizo una advertencia para que los usuarios estuvieran atentos al defecto y consideraran utilizar otros sistemas de seguridad para no ser víctimas de los ataques.

Aunque Microsoft se comprometió a reparar el bug, este no estará publicado hasta el 11 de febrero, cuando lance su actualización de seguridad mensual. Lo cierto es que Microsoft no le ha prestado mucha atención a Internet Explorer, ya que se ha enfocado más en su navegador más Microsoft Edge.

Por otro lado, las probabilidades de que los usuarios prefieran Internet Explorer antes que Google Chrome, Opera o Mozilla Firefox, son realmente bajas. Pero eso no significa que el bug no deje de ser peligroso para las computadoras que aún lo poseen.