El legendario Bruno Sammartino fallece a los 82 años
El campeón más dominante de la historia de la WWE, falleció acompañado de su esposa y sus dos hijos en su hogar, tras ser hospitalizado.
El 17 de mayo de 1963, un luchador italiano de nombre Bruno Sammartino, se subió al ring de la entonces World Wide Wrestling Federation para enfrentar a Buddy Rogers, el campeón de la compañía. En 48 segundos, Sammartino ya había ganado la pelea y se transformó el el nuevo campeón peso pesado de la compañía.
Un título que mantuvo durante 8 años, en los que se convirtió en la principal atracción de la empresa. Bruno era un tipo no tan alto como sus compañeros, pero fortachón, con un estilo de pelea más basado en los golpes que los agarres, y eso lo convirtió rápidamente en una superestrella. Su sola presencia llenaba todos los eventos del Madison Square Garden y comenzó a amasar la fortuna para una creciente familia McMahon.
Se dice que cuando perdió por primera vez su título, en el año 1971 frente a Ivan Koloff, el Madison Square Garden comenzó a pifear con tanta fuerza que el árbitro tuvo que pasarle el título al canadiense en el backstage. Cuando Sammartino dejó el ring, la gente comenzó a llorar.
Dos años más tarde, Sammartino recuperaría su cinturón en el año 1973, el cual dejó de vertir por última vez en 1977, cuando una lesión al cuello lo obligó a acercarse cada vez más al retiro. En total, fueron 4.040 días de reinado con el título máximo de la empresa que hoy es la WWE, convirtiéndose así en el mayor campeón histórico de la compañía, un récord que como está la industria hoy en día, será imposible de superar.
Y ese es el legado que hoy nos deja, luego de confirmarse el fallecimiento del luchador a los 82 años de edad, una muerte tranquila, acompañada de su esposa y sus dos hijos en su casa de la ciudad de Pittsburg.
La vida de la "Leyenda Viviente", eso sí, tampoco estuvo exenta de polémicas. Luego de su retiro definitivo del cuadrilátero en el año 1988, Bruno Sammartino se convirtió en uno de los principales enemigos de la dirección que la compañía había tomado en manos de Vince McMahon, a quien criticó por el uso de esteroides, sus historias absurdas y el abuso a los luchadores.
La relación entre ambos se mantuvo tensa hasta el año 2013, cuando tras varios intentos, Sammartino por fin aceptó formar parte del Salón de la Fama de WWE, un salón que claramente debió haber inaugurado él, pero que no hizo hasta notar que la compañía ya habían enmendado su camino.
Su última aparición en la compañía fue en el evento del Salón de la fama de 2015, cuando fue el encargado de presentar a Larry Zbyszko.
Una gran pérdida que no hace más que engrandecer el legado del que quizás sea el ídolo al cual le debemos todo lo que es la lucha libre hoy en día.
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