Generalmente el ganador del Royal Rumble, quien logra una opción titular en Wrestlemania, termina validando su reto para celebrar con una victoria levantando un campeonato en la noche más importante del año en la WWE.
En la edición 2018, dos luchadores japoneses buscaban su opción titular, bañando con oro sus exitosas trayectorias. Por un lado estaba Asuka, quien había arrasado con todas sus rivales, y por el otro estaba Shinsuke Nakamura, un hombre que lo ganó todo en Japón y que buscaba reclamar su lugar en Estados Unidos, tras su gran victoria en el evento en donde hay que ser el último sobreviviente.
Pero en Wrestlemania 34 no solo la japonesa perdió su opción ante Charlotte, terminando de paso su racha invicta en 914 días, sino que además Nakamura no logró derrotar a AJ Styles en el combate de ensueño por el campeonato mundial de la WWE.
En un combate técnico, en el que ambos luchadores hicieron gala de aquellas condiciones que los han elevado durante el último año, tanto AJ como Shinsuke hicieron gala de sus mejores movimientos, en un combate técnico, pero que no estuvo a la altura de las expectativas que se habían creado. Aún así, Styles sorprendió, sacando de la manga una victoria que lo valida nuevamente como el mejor.
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Sin embargo, lo relevante es lo que sucedió después de la pelea. AJ Styles y Nakamura, dos rivales que se enfrentaron en el pasado en Japón, en primera instancia se fundieron en un abrazo de reconocimiento mutuo. De respeto.
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Pero Shinshuke, quien hasta ahora solo era ovacionado por los fans, dio un esperado giro y terminó atacando a Styles traicioneramente.
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No solo dentro del cuadrilátero, sino que también fuera de este.
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En Japón, Nakamura brilló en su condición de "heel", que es el término que se utiliza en la lucha libre para denominar a todos aquellos que se comportan de forma pérfida y malvada sobre un ring.
Y aunque no logró su victoria titular en Wrestlemania, la sola idea de tener a un Shinsuke heel es mucho más valiosa a futuro. Especialmente si la historia entre ambos continúa.
